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Difundir el espíritu emprendedor

15 abril 2013
ITC Noticias
Hacer negocios de forma más sencilla a través del apoyo a las start-ups ambiciosas para que exploten su potencial y den vida a sus ideas.

Hace poco más de cinco años, una compañía start-up comenzó una nueva andadura. Contaba con una visión clara con respecto a su propuesta de valor y un mercado mundial bastante amplio. Desde entonces, ya ha atendido las necesidades de más de 30 millones de clientes en 130 países, pero su impacto va mucho más allá. Al igual que la mayoría (si no todos) los nuevos proyectos, la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora surgió a partir de una simple idea: ¿Y si existiese un movimiento mundial que sirviera de inspiración para que todos dieran rienda suelta a las ideas y se animaran a dar comienzo a su propia trayectoria empresarial?

Ahora, cada noviembre, a lo largo de toda una semana, millones de personas participan en actividades locales, nacionales e internacionales, especialmente destinadas para ayudarles a explorar su potencial para iniciar start-ups que dan vida a las ideas, promueven el crecimiento económico y contribuyen a un mayor bienestar de la sociedad. Si bien la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora comenzó como una iniciativa destinada a los nuevos jóvenes empresarios, su cobertura es ahora mucho más amplia y abarca todo el espectro de la actividad empresarial. De hecho, cada año:

  • Millones de estudiantes viven su primera experiencia en el mundo de las start-ups
  • Las universidades amplían y refuerzan su red de contactos, lo que les ayuda a comercializar sus trabajos de investigación
  • Miles de nuevas start-ups surgen a partir de sesiones como ‘Lanzar una start-up en un fin de semana’ o competiciones como ‘Startup Open’.
  • Investigadores y formuladores de políticas se reúnen en cientos de eventos en todo el mundo con el objetivo de examinar las políticas necesarias para fomentar el crecimiento empresarial y, por ende, la creación de puestos de trabajo locales.

A fin de comprender el impacto de la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora, echemos la vista atrás y reflexionemos sobre las ideas que existían en torno a dicho concepto en un pasado no tan lejano. Antes de estos últimos cinco años de creciente interés sobre la creación de start-ups, éstas se asociaban exclusivamente a sitios como Silicon Valley y otros centros similares de máxima actividad empresarial. Los proyectos organizados y el capital riesgo se concentraban entonces en naciones conocidas por sus start-ups. Cuando los formuladores de políticas debatían acerca de políticas empresariales, solían centrarse principalmente en las pequeñas y medianas empresas. Dado que se utilizaba una clasificación por tamaño, el potencial de las empresas jóvenes con grandes perspectivas de crecimiento quedaba a menudo relegado al olvido.

Todo eso es ya cosa del pasado. A día de hoy, nacen nuevas start-ups hasta en los rincones más inesperados del mundo. El capital emprendedor viaja de un lado a otro en busca de start-ups prometedoras, y los formuladores de políticas comienzan a lidiar con los actores más importantes del sector en su empeño por lograr un mayor éxito empresarial.

Con todo, estos cambios no son fruto de una mera coincidencia: son el resultado de la democratización y la globalización del sector empresarial. En la actualidad, todo el mundo quiere participar en esa carrera global para desarrollar un ecosistema empresarial óptimo para las start-ups, en la que los participantes provienen de todo tipo de economías y regiones. Con tan solo echar un vistazo al informe Doing Business 2013 del Banco Mundial, es posible comprobar que, en la lista de países en los que más ha mejorado la facilidad para crear nuevas empresas, están presentes naciones de todas las regiones del mundo, con contextos económicos diferentes, como por ejemplo Polonia, Sri Lanka y Ucrania. Cada año, más y más países pasan a formar parte de amplias iniciativas intersectoriales, tales como Start-up America, Start-Up Chile y LIONS@frica.

Estos avances son el reflejo de trabajos de investigación en los que se muestra que las empresas jóvenes con un índice elevado de crecimiento son el motor principal para la creación de empleo. La investigación llevada a cabo por la Fundación Kauffman en materia de creación de empresas y crecimiento económico presta una atención especial a dicha relación en los Estados Unidos. En uno de sus informes, titulado La importancia de las start-ups en la creación y la destrucción de puestos de trabajo, se indica lo siguiente: todos los nuevos puestos de trabajo que se ofrecen en los Estados Unidos provienen de start-ups que cuentan con tan solo un año de existencia.

La Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora contribuye a promover y aumentar la concienciación con respecto a dichos trabajos de investigación. Representantes de 37 países estaban presentes cuando la organización se presentó oficialmente a finales de 2007 en Londres. En la primera Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora que tuvo lugar en noviembre de 2008, 3 millones de personas participaron en 25.022 actividades llevadas a cabo en 77 países diferentes. Desde entonces, el evento ha conseguido otorgar un mayor reconocimiento a nivel mundial para los empresarios por el papel que desempeñan no solo en el desarrollo económico, sino también en la creación de soluciones innovadoras que contribuyen a mejorar nuestro día a día. En 2012, 22 presidentes o primeros ministros y 93 ministros de 54 países participaron en la Semana Mundial de la Iniciativa Emprededora. Asimismo, al menos 11 países aprobaron políticas o iniciativas en pro de las start-ups, a fin de fomentar la actividad empresarial a nivel nacional. Cada uno de esos 11 países (Canadá, Chile, India, Lituania, Malasia, México, Portugal, Sudáfrica, España, Reino Unido y los Estados Unidos) ha participado activamente en la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora desde sus comienzos.

El desarrollo de capital cultural para la creación de empresas es el mayor legado de este evento. Estamos orgullosos de que la nueva generación de empresarios, así como sus compañeros, ya no separa los sueños de la realidad: querer hacer un buen trabajo y conseguirlo son dos hechos que están fuertemente relacionados. Incluso en aquellas culturas menos arriesgadas, los jóvenes empresarios están sabiendo ganarse el respecto del resto de sus compañeros empresarios.

Una de las propuestas que ha tenido un éxito especial es Dropifi, una start-up cuyo origen se remonta a la sesión de ‘Startup Weekend’ que tuvo lugar en Accra, Ghana, durante la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora de 2011. A lo largo del fin de semana, los cofundadores de Dropifi crearon una plataforma a partir de una idea que surgió desde el punto de vista del cliente. La propuesta de la start-up consiste en substituir los botones de ‘Contacto’ por un complemento web que permite a las compañías analizar y gestionar los mensajes recibidos de una manera más eficaz. De este modo, las empresas pueden conocer más datos acerca de las personas que envían los mensajes, además de saber si el contenido de los mismos es más bien positivo o negativo. Dropifi recibió muy buenas críticas en el concurso que se celebró a nivel local, situándose entre los mejores puestos, y sus fundadores siguieron trabajando durante todo el año para perfeccionar la plataforma y conseguir un mayor reconocimiento por parte de Forbes, CNBC y DEMO, entre otros. Un año más tarde, Dropifi fue seleccionado frente a 400 start-ups de 56 países como el ganador del premio de Startup Open, el cual consistió en un viaje con todos los gastos pagados a Rio de Janeiro para el Congreso mundial de nuevos empresarios (Global Entrepeneurship Congress).

El impacto de la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora va más allá de la creación de nuevas empresas, pues también ha contribuido a fortalecer diferentes ecosistemas. A través de un trabajo conjunto con cerca de 10.000 organizaciones asociadas de todo el mundo, la Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora ya ha llegado a más de 130 países y ha construido una sólida red de actores clave del sector, lo que ha permitido identificar varios ecosistemas empresariales. Ello ha dado lugar a un gran movimiento social que ha podido mostrar a los formuladores de políticas tanto los puntos fuertes como los débiles de cada ecosistema. La Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora cuenta ahora con representantes de todos los niveles del gobierno en sus actividades, como invitados y como organizadores de las mismas. A cambio, la iniciativa les ofrece diversos foros para el intercambio de ideas sobre políticas e iniciativas en pro de la creación de nuevas compañías, al mismo tiempo que sirven como lugar de debate acerca de los marcos políticos y legales que sean más favorables a la aparición de nuevos empresarios, así como al desarrollo de sus negocios.

Muchas naciones han recorrido un largo camino para apoyar a nuevas empresas, y el mundo nunca ha estado tan receptivo a proyectos innovadores. Aquellos más ambiciosos deben aprovechar este momento y llevar la democratización de la iniciativa empresarial al siguiente nivel. Para ello, es necesario un enfoque integrado que permita atraer y alimentar start-ups con grandes índices de crecimiento que, a su vez, aceleren el crecimiento económico y abran nuevas vías de prosperidad.

La Semana Mundial de la Iniciativa Emprendedora tiene una visión clara del mundo, en la que los ciudadanos encuentran una mejor manera de hacer las cosas, enfrentándose a las ideas del pasado y adentrándose sin miedo en los mercados. Aunque el mayor pico de actividad se registra en noviembre, trabajamos a lo largo de todo el año para fortalecer el ecosistema empresarial de cada nación, así como para ampliar el número de organizaciones que apoyan a los nuevos empresarios y reforzar la eficacia de las mismas: empresarios con ideas, empresarios que generan empleo y riqueza, empresarios que hacen de nuestro mundo un lugar mejor.