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La liga de Estados Árabes: una perspectiva regional

25 septiembre 2012
ITC Noticias
La Liga de Estados Árabes (LEA) tiene uno de los niveles más bajos de comercio intrarregional del mundo, a pesar del acceso preferencial a los mercados y una significativa homogeneidad cultural. Por el momento, no se aprovecha el potencial comercial que existe.

Los miembros de la LEA concluyeron una serie de acuerdos sobre acceso preferencial a los mercados, siendo lo más notable, la creación de la Gran Zona Árabe de Libre Comercio (GAFTA por su sigla en inglés) que abarca a todos esos miembros, salvo Comoras, Djibouti, Mauritania y Somalia. En el ámbito de la GAFTA, los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo, Egipto, Jordania, Marruecos y Túnez son parte en el Acuerdo de Agadir por el que se establece una zona de libre comercio entre los Estados árabes del Mediterráneo. Paralelamente, aún existen varios acuerdos bilaterales entre Estados árabes, muchos de los cuales se concluyeron antes de la GAFTA y que a veces se usan para el comercio preferencial aunque, en principio, hayan sido reemplazados por dicha zona.

A pesar de los esfuerzos en curso para recortar aranceles y aplicar los acuerdos preferenciales, la integración regional entre los Estados miembros es moderada en comparación con la de otros mercados comunes como la Unión Europea (UE) y la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental. De hecho, la proporción en el comercio total de la LEA asciende a un escaso 11%, una fracción del comercio con Estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos o con otros países en desarrollo y porcentaje pequeño en comparación con los de otras regiones como la UE donde el comercio entre Estados miembros supera el 60% del total.

El desglose del comercio entre Estados miembros revela una variedad considerable entre uno y otro. La proporción de la LEA en el comercio total de cada país va del 0,9% en las Comoras al 42% en Palestina. Aunque algunos miembros de la LEA comercian esencialmente en la región, sobre todo Jordania, Somalia, Omán y Bahrein, la mayoría del comercio se orienta a países ajenos a la misma. Por ejemplo, con el apoyo de acuerdos de libre comercio, la mayoría de los países mediterráneos de la región -en particular Argelia, Marruecos y Túnez- orientan la mayor parte del comercio exterior hacia la UE.

Habida cuenta de la evolución del comercio intrarregional y extrarregional de las importaciones y exportaciones no petroleras de la LEA en los últimos 15 años, la región experimentó un fuerte crecimiento desde 1995 independientemente de la fuente y a pesar de la baja del comercio prevista en 2009 a causa de la crisis económica mundial. En términos de crecimiento global, la proporción de importaciones y exportaciones de miembros de la LEA a la UE se mantuvo alta, pero disminuyó con el paso del tiempo. Esa disminución aquejó principalmente a las exportaciones, pasando del 40% en 1995 al 18% en 2010, a pesar de que el comercio intrarregional no aumentó y en 2010 seguía representando un pequeño porcentaje del total, igual que hoy. Además, con la disminución de las proporciones de comercio con la UE y las intrarregionales prácticamente incambiadas, las economías de mercado del resto del mundo, incluidas las de rápido crecimiento, lograron aumentar mucho su peso de socios comerciales de la LEA. La proporción de las exportaciones al resto del mundo llegó incluso a superar aquella de las importaciones, disparándose del 37% en 1995 al 61% en 2010.

Para evaluar la integración regional no basta comparar el comercio de dentro y fuera de la región, también se deben poner en perspectiva las importaciones regionales respecto a la oferta total de la región. Aplicando ese método al período 1995-2010, la integración regional disminuyó y, en 2010, la proporción de la LEA en su oferta total fue inferior a la de 1995. Dado que con la proporción de la LEA en la oferta del resto del mundo sucedió lo contrario, está claro que la integración regional disminuyó.

A pesar de esa disminución global, vale la pena señalar algunos grupos de productos y países. Los textiles y los artículos textiles muestran el mejor desempeño en términos de integración regional, seguidos de grasas animales y vegetales, grasas comestibles preparadas y productos minerales. En lo que respecta a la mayoría de los productos manufacturados, la integración comercial de la LEA disminuyó drásticamente.

Esa tendencia negativa también se constata en los países miembros, pues solo Qatar, el Líbano y Mauricio lograron estrechar más los vínculos dentro del grupo que con países ajenos a la LEA. El vínculo entre integración regional y preferencias arancelaras también es interesante y plantea la cuestión de saber si los cambios en el acceso preferencial a los mercados se traduce por una integración más profunda, pero cabe señalar que en la LEA no fue así.

Tales pruebas de la modesta integración regional entre los socios comerciales de la LEA aluden a otros factores que los proverbiales de que los aranceles obstaculizan el libre intercambio de bienes entre los mercados de la LEA. En el contexto mundial de creciente liberalización económica y caída de aranceles en estos últimos años, la importancia relativa de las barreras al comercio resultantes de medidas no arancelarias (MNA) aumentó y en la región de la LEA es evidente. Las empresas exportadoras buscan acceder a mercados extranjeros y las importadoras tienen que cumplir con una amplia gama de requisitos, reglamentos técnicos, normas de productos y trámites aduaneros. La mayoría de esos reglamentos no tiene objetivos proteccionistas y se establecieron para proteger la salud o el medio ambiente. Ahora bien, a veces, el cumplimiento de los requisitos puede no estar al alcance de las empresas, en particular, las pequeñas y medianas.

En el marco del programa sobre MNA del ITC se hicieron encuestas de empresa a gran escala para saber qué tipos de MNA se aplican y conocer sus efectos en el comercio de más de 20 países, incluidos los miembros de la LEA. Hasta la fecha, se terminaron las encuestas sobre los principales sectores de exportación de Egipto y Marruecos; además, se dispone de datos de la encuesta sobre el sector agrícola de Túnez. Aunque no son representativos de toda la región, en los resultados de la encuesta en esos tres países se identifican los obstáculos con que tropiezan los exportadores a la hora de comerciar con otros miembros de la LEA. Si bien una parte significativa de medidas de difícil cumplimento que afectan las exportaciones de Egipto, Marruecos y Túnez son aplicadas por el propio país, la mayoría de las MNA gravosas para las empresas exportadoras es aplicada por países socios, en particular, aquellos de la UE y la LEA. Eso ocurre a pesar de los acuerdos de libre comercio con ambas instituciones, lo que da a entender que los acuerdos de acceso preferencial a los mercados no impiden los problemas relacionados con la MNA. En el sector agrícola, más casos de MNA conciernen a miembros de la UE que a miembros de la LEA, mientras que en el sector manufacturero, el número de casos relacionados con los segundos es más alto. En ambos sectores, solo 15% de los casos mencionados por empresas de Egipto, Marruecos y Túnez se refiere a MNA que se aplican en el resto del mundo.

Obstáculos a las exportaciones

Las impresas indican que en la exportación de productos agrícolas a otros miembros de la LEA, las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF), así como los obstáculos técnicos al comercio (OTC) son las MNA más gravosas. Más de la mitad de los casos de MNA entran en la categoría de OTC que comprende reglamentos técnicos como los requisitos específicos para los productos que van de límites de tolerancia de residuos a exigencias de higiene o medidas de etiquetado y empaquetado, pasando por medidas de evaluación de la conformidad que demuestren el cumplimiento de todos esos requisitos mediante pruebas y certificaciones. Cabe señalar, que las empresas indican muchos más problemas de cumplimiento de las medidas de evaluación de conformidad que aplican los países socios de la LEA que de los reglamentos técnicos en sí. En cambio, los casos mencionados de países socios y ajenos a la LEA dan a entender que esos reglamentos son tan difíciles de cumplir como la evaluación de conformidad. Después de las MSF y los OTC, las normas de origen representan un problema de talla para las empresas exportadoras de productos agrícolas a otros miembros de la LEA. Aunque la GAFTA y numerosos acuerdos bilaterales establecen el acceso a los mercados exento de aranceles, para beneficiar de preferencias arancelarias, las empresas deben demostrar el origen de sus productos.

 
 

En esos casos, el acuerdo comercial reemplaza un arancel por una MNA, lo que no es forzosamente problemático. Respecto a la UE, las normas de origen representan solo el 2,7% de los problemas relacionados con MNA señalados, pero según resulta, esas normas plantean grandes dificultades al comercio con países de la LEA.

Otras medidas gravosas que se mencionaron respecto a la exportación a países socios de la LEA abarcan las de control de la cantidad y las financieras como la reglamentación relativa a los términos de pago de las importaciones y la asignación oficial de divisas. En conjunto, esas medidas representan alrededor del 30% de las MNA de difícil cumplimiento que aplican los miembros de la LEA, mientras que en otros países representan tan solo el 10%.

Los tipos de MNA mencionadas por los exportadores del sector manufacturero son principalmente OTC y normas de origen; en comparación con los exportadores de productos agrícolas, las empresas de este sector señalan menos problemas respecto a la evaluación de conformidad de las exportaciones dentro de la LEA. Ahora bien, las dificultades relativas a las normas de origen son mucho más acentuadas y representan el 37% de los casos de MNA relacionados con este tipo de medidas; esto último no se limita a los países de la LEA, pues se menciona igualmente respecto a las exportaciones a países de la UE, y aún más, a las del resto del mundo. También en este caso, las medidas financieras, así como los derechos y los impuestos son relativamente más problemáticos cuando se exporta a socios comerciales de la LEA que a socios de otros países.

La reducción de obstáculos creará empleo

Junto con el bajo porcentaje de comercio intrarregional, agravado por las MNA, la alta tasa de desempleo es otro gran problema en la LEA. Encontrar nuevas oportunidades de exportación para las empresas es un medio viable de crear empleo. Si los obstáculos no arancelarios son el principal impedimento para exportar, su impacto se puede cuantificar utilizando técnicas econométricas, lo que permite predecir los beneficios de reducir las barreras al comercio. A tales efectos, lo mejor es usar el modelo de equilibrio general computable (EGC) de la economía mundial, denominado modelo Mirage, en el que para medir la posibilidad de expansión del comercio y, por ende, de creación de empleo, no solo se tienen en cuenta los datos comerciales, sino también la capacidad de producción y la demanda mundial. El análisis basado en el modelo EGC permite deducir la repercusión que tendrá la liberalización del comercio en el bienestar y el comercio de cada economía. Asimismo, permite medir la posibilidad de crear empleo en los sectores de exportación.

Los resultados de alto nivel del análisis que hizo el ITC utilizando el modelo EGC indican que la reducción de obstáculos al comercio en la LEA abrirá nuevas oportunidades y contribuirá a crear empleo en los sectores de exportación. En total, el comercio podría aumentar en un 10% y de aquí a 2025 se podrían crear más de dos millones de puestos de trabajo no calificados y 80.000 calificados en esos sectores de la LEA. Ese análisis se centra en la eliminación de impedimentos al comercio en la LEA y la repercusión que tendría en el comercio y el empleo. En cuanto al proceso de integración mundial, las perspectivas son todavía más brillantes. A medida que las MNA se vayan reduciendo y el comercio vaya aumentando, también se reducirán los obstáculos al comercio con otras regiones y el comercio extrarregional crecerá incrementando la probabilidad de creación de empleo.