Retribuir a las mujeres y a la naturaleza: Una historia guatemalteca de éxito

En unas declaraciones recientes, usted se refirió a sí misma como un puente. ¿Puede decirnos a qué se refería?

He vivido tanto en la ciudad como en la selva, siempre a camino entre comunidades desarrolladas y en desarrollo. El Petén, donde fundamos Itza Wood, se siente como una parte muy desconectada del país. Quiero ayudar a conectar esta remota región con las oportunidades y los mercados, y utilizar los negocios para hacer el bien.

Itza Wood está salvando esa distancia, y utiliza el potencial de los recursos naturales para crear puestos de trabajo para la población local.

La empresa está comprometida con los tres principios del desarrollo sostenible: el respeto del medio ambiente, la justicia social y la prosperidad económica. ¿Cómo hacen realidad estos objetivos?

Basamos nuestro éxito en nuestro impacto medioambiental y social. También somos una empresa social, y todos los beneficios que no se reinvierten en la empresa se destinan a apoyar la educación local. El impacto ha estado ligado a nuestro modelo de negocio desde el principio, no como una idea de última hora.

Cuéntenos más sobre su proyecto con Rainforest Alliance.

El personal de nuestro taller de carpintería está formado mayoritariamente por hombres, por lo que queremos emplear a más mujeres. Esto es algo muy importante para nosotros y un pilar clave en el desarrollo saludable de la comunidad. Pero no podíamos hacerlo solos, ya que somos una pequeña empresa.

Rainforest Alliance se puso en contacto con nosotros en 2020 para trabajar juntos en un proyecto centrado en las mujeres. Nos pidieron que desarrolláramos productos con fibras naturales de la selva que las mujeres de la comunidad pudieran fabricar desde sus casas. Pusimos en marcha programas de formación y desarrollamos una línea de productos en seis meses. Tuvimos muchas reuniones con numerosas mujeres de tres pueblos para averiguar sus necesidades y habilidades y ayudarlas a crear un nuevo negocio.

Es muy importante contar con ONG asociadas. Nosotros no tenemos la capacidad para financiar por nuestra cuenta los programas de formación, pero podemos servir como puente hacia el mercado. Itza Wood ya tiene una base de clientes, por lo que en menos de un mes tras lanzar la primera colección realizada por mujeres en nuestras plataformas ya estábamos exportando pedidos a Nueva York.

Usted menciona las colaboraciones como la clave del éxito de su negocio. 

Es necesario encontrar socios estratégicos con unos valores y una visión que estén alineados y es importante trabajar por el mismo objetivo en áreas que se complementen.

Un buen ejemplo es la Rainforest Alliance: trabajamos por el mismo objetivo, que es proteger los bosques y mejorar los medios de vida pero desde ángulos diferentes; y juntos nos reforzamos mutuamente. Lleva tiempo establecer buenas colaboraciones.

¿Tiene algún consejo para otros empresarios?

Cree su propio ecosistema, encuentre socios estratégicos con los que trabajar. «Hace falta un pueblo entero» para lograr un impacto duradero.

¿Cómo equilibran los beneficios y el impacto?

El beneficio y el impacto deben crecer parejos. Nuestro plan de negocio está ligado a nuestro impacto y utilizamos nuestros beneficios para invertir en el impacto y subir a un nivel superior. La curva de crecimiento es lenta y orgánica, pero elegimos este camino a propósito.