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Mujeres y comercio en Somalilandia

2 julio 2012
ITC Noticias

El rol de la mujer en Somalilandia, territorio noroccidental de Somalia, cambió radicalmente tras la derrota en 1991 del dictador de larga data que causó el colapso de la economía y dejó desocupados a una cantidad de hombres. Mientras ellos luchan para encontrar el trabajo que aceptarán, la insurrección creó una oportunidad sin parangón para que las mujeres se incorporaran a los negocios.

Las mujeres cargan con la responsabilidad de asegurar el sustento de su familia. Muy pocas trabajan en el sector formal, pero un gran número sigue obrando por satisfacer las necesidades de su familia. En Hargeisa, la capital, estos últimos años hubo una explosión de la economía informal. La capacidad y las competencias que mostraron las mujeres en el manejo de sus negocios, además de hacer sus tareas domésticas, son sorprendentes. El mercado de Hargeisa hormiguea de trabajadoras que ponen en entredicho las suposiciones sobre el lugar tradicional de la mujer en la sociedad somalí.

En vez de trabajar para alguien, muchas prefirieron abrir su propia pequeña empresa. Por ejemplo, la mayor parte de la venta de khat (hoja de ligero efecto narcótico que se mastica), oro, cosméticos y textiles está en manos de mujeres, por no mencionar a aquellas que se aventuran en el mercado para vender artículos de alimentación. Además, algunas que se financiaron un pequeño restaurante o una tienda de venta al por menor, ahora trabajan para reembolsar el préstamo y otras cargan en hombros la mercancía por no tener una tienda ni poder alquilar un puesto de venta. Esas comerciantes itinerantes son una parte esencial de la economía de Hargeisa.

A pesar del predominio de las pequeñas empresas de mujeres, las ganancias son mínimas y la mayoría de las mujeres de negocios rara vez tienen suficiente para vivir y siguen siendo pobres. En momentos en que lucha por conseguir que se le reconozca como país independiente, Somalilandia atraviesa muchas dificultades: la inversión extranjera es escasa, el subempleo y el desempleo son altos y la economía inestable.

 

Impedimentos internos

La condición económica de la mujer está atrapada en una red de pobreza y carencia de competencias básicas, ya que casi todas son analfabetas y necesitan ayuda de los hombres para llevar la contabilidad elemental y comunicar con el mundo exterior. De ahí que la capacitación, sobre todo a través de la educación, deba ser el núcleo de toda iniciativa económica. El avance requerirá cambios y recursos mayores del presupuesto nacional, pues el efecto arrollador de la guerra es la falta de fondos públicos.

A pesar de esas dificultades, el Ministerio de Comercio e Industria sigue apoyando la participación de la mujer en actividades y derribando aquellas barreras que tradicionalmente impidieron que las mujeres obtuvieran licencias de comercio y tuvieran acceso a servicios financieros. Esa política da resultado a juzgar por la enorme cantidad de mujeres que solicitan licencias, microcréditos y apoyo técnico de dicho ministerio.

Se constató que las mujeres gastan las mayor parte de sus ingresos en el hogar, por lo cual, cuando la ayuda se orienta a aumentar esos ingresos, mejora el bienestar de toda la familia, principalmente en términos de educación, alimentación, atención de salud y sustento básico. Por lo tanto, es importante dotar a las empresarias de conocimientos técnicos y de gestión, infraestructura, información de mercado y contacto con mercados exteriores, al tiempo que se minimizan los impedimentos administrativos para hacer negocios.

En este momento, el principal obstáculo es la falta de sistemas nacionales de financiación y microfinanciación que permitan a las mujeres hacer negocios efectivamente. Las instituciones de préstamo no ofrecen préstamos forzosamente favorables para la mujer ni cuentan con una política cohesiva que las beneficie. De ahí que el gobierno dependa de asociados del desarrollo internacional y el sector privado para financiar pequeñas y medianas empresas, lo que permite que esas instituciones establezcan su propia política interna de microfinanzas.

 

Barreras al comercio internacional

En Somalilandia, rara vez las mujeres ocupan los escalones más altos del sector empresarial, pero algunas comercian con brío en varios sectores y, globalmente, importadores y exportadores se benefician de un entorno reglamentario que propicia el comercio. El puerto de Berbera, centro de comercio también para Etiopía que no tiene salida al mar, es una de las principales corrientes de ingresos gubernamentales.

Ahora bien, eso no quita que existan verdaderas barreras comerciales para empresas como Beyomol Gums que exporta gomas y resinas aromáticas, a saber:

•  dificultades de despacho aduanero en los puertos donde llega la mercadería, lo que puede causar retrasos y sobrecargas;

•  dificultades para abrir cuentas bancarias empresariales en el extranjero a fin de facilitar el pago a los clientes;

•  restricciones bancarias de pago a proveedores de países que como Somalilandia carecen de un sistema bancario formal; y

•  restricciones de visado que prácticamente imposibilitan hacer viajes de negocios a países occidentales impidiendo las reuniones cara a cara que son cruciales para asegurar ventas.

Debido a la falta de reconocimiento internacional, Somalilandia no puede entablar negociaciones ni concluir acuerdos de comercio formales con otros países para reducir las barreras comerciales que afrontan los exportadores. A causa de todo eso, el clima actual es sumamente restrictivo para las empresarias. Hace falta un verdadero cambio local que requerirá tomar medidas políticas –por ejemplo en materia de educación y estructura– y trabajar con las redes empresariales de más alto nivel para atraer inversiones.