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El verdadero mercado mundial de capitales

3 julio 2013
ITC Noticias
Apreciar los beneficios y servicios básicos que nos ofrece la naturaleza antes de llegar a sobrepasar los límites planetarios

¿Cuál es el mercado de capitales más grande del mundo? No se trata de la Bolsa de Nueva York o Euronext; ni siquiera de la combinación de todas las bolsas del mundo. Los mercados de deuda mundiales son mucho más grandes que los mercados de valores, pero tampoco son los más grandes.

El mercado de capitales más grande de la Tierra es la Tierra en sí misma. Hemos comercializado sus recursos desde mucho antes de comprender el concepto de dinero, pero todavía no hemos aprendido a valorarla adecuadamente. Sin embargo, lo que sí sabemos es que vale mucho más que los $EE.UU. 225 billones en los que se valora la totalidad de los activos de todos los mercados financieros del mundo.

En la actualidad, gestionamos nuestros activos financieros para potenciar el crecimiento, pero nuestro capital natural está disminuyendo. El ritmo de extinción de las especies es entre 100 y 1.000 veces mayor que el índice de base normal: un nivel que no se había visto desde el último gran periodo de extinción hace 66 millones de años. En 2050, más del 40% de las personas vivirán en cuencas fluviales con una gran escasez de agua. Se calcula que existen 400 zonas muertas en nuestros océanos, donde hemos acabado con el oxígeno necesario para sustentar la vida marina, y se están llevando a cabo prácticas de pesca excesiva en aproximadamente el 80% de las aguas marinas.

La continua degradación de los ecosistemas está poniendo en peligro este mercado de capitales naturales. La naturaleza es mucho más que una anotación contable; nos ofrece beneficios y servicios básicos, y no solo a partir de los recursos que extraemos y consumimos, tales como los minerales, el agua y el aire. Los lechos y las ciénagas de los ríos filtran y purifican el agua; una cantidad inimaginable de bacterias convierten el nitrógeno del aire en nitrógeno que alimenta las plantas, y las abejas ofrecen servicios de polinización vitales para poder cultivar nuestra comida. Estamos contribuyendo al deterioro de estos servicios en nuestro detrimento, obligándonos a recurrir a substitutos como el tratamiento de aguas residuales y los fertilizantes.

Sin embargo, allí donde el deterioro del ecosistema se produce a escala mundial, ya no es posible encontrar substitutos. El marco de Límites Planetarios fue publicado en 2009 por un grupo de 28 científicos de renombre internacional, apoyados por miles de investigadores, y define las nueve áreas clave (como la pérdida de biodiversidad, la acidificación de los océanos y el cambio climático) donde estamos aproximándonos a los límites establecidos. Llegar a sobrepasarlos podría dar lugar a cambios medioambientales abruptos o irreversibles.

Los límites planetarios representan, asimismo, obstáculos para realizar negocios. Si las empresas ya no tienen el derecho automático de purificar el agua, si servicios como los ciclos de fósforo y nitrógeno dejan de hacer su trabajo gratuita y eficazmente, o si los conflictos sobre la disponibilidad de suelo agrícola, en escasez debido a los cambios climáticos relacionados con nuestra combinación de fuentes energéticas, se convierten en asuntos de importancia geopolítica estratégica, ¿cómo van a prosperar los negocios? Cuanto más cerca esté el planeta de sus límites, menos cabida habrá para los negocios. La comunidad empresarial mundial no puede paralizarse por cuestiones como esta: sí, existen riesgos, pero también oportunidades. Cuando los líderes comiencen a pensar en la Tierra en términos de capital natural, entenderán la diferencia que puede y debe marcar el sector privado. Estas son algunas de las cosas que los líderes empresariales pueden hacer a día de hoy:

  • Calcular el impacto. Aunque no hay sistemas métricos estandarizados, existen numerosas herramientas para calcular, gestionar y reducir el impacto empresarial en el capital natural relacionado con las emisiones, el uso de agua, la obtención de productos forestales, y la dependencia y la tasación de los ecosistemas.
  • Reexaminar la creación de informes. Los mercados de capitales se basan en datos. El reciente lanzamiento del borrador de consulta del Marco Conceptual del Reporte Integrado es el primer paso para transformar la transparencia en la creación de informes corporativos.
  • Trabajar con inversores financieros. Las comunidades empresariales y de inversión financiera deben trabajar conjuntamente para comprender cómo estimar y hacer un seguimiento del impacto del capital social y natural en los negocios, sus riesgos y sus oportunidades, así como asumir la responsabilidad de los mismos y elaborar informes.
  • Trabajar con formuladores de políticas. Los mercados de capitales eficaces necesitan un apoyo político a largo término. La industria debe aportar información sobre la fijación de objetivos, la asignación de recursos y los mecanismos de financiación para promover políticas que protejan la biodiversidad y los ecosistemas.
  • Recurrir a iguales para mejorar las oportunidades. Aprender de líderes en sostenibilidad: la colaboración en torno a las lecciones aprendidas puede crear nuevas oportunidades.

Todavía estamos luchando para recuperarnos de la caída del mercado financiero mundial de 2008 y sus daños colaterales. El mercado de capital natural es grande, pero también está cayendo en picado. No debemos permitir que eso ocurra.