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Ayuda para el comercio

30 septiembre 2013
ITC Noticias

Este es el primer mensaje que dirijo a los lectores de esta revista desde mi nombramiento para ocupar el cargo de Directora Ejecutiva del Centro de Comercio Internacional (ITC) en septiembre de 2013. El Forum de Comercio Internacional constituye un recurso excepcional para aquellos interesados en cuestiones de comercio y desarrollo, así como en el testimonio de algunas de las voces con más experiencia y pasión por esta área de trabajo. Me complace especialmente que el presente número se centre en la Ayuda para el Comercio (APC).

Desde su lanzamiento en 2005, he creído fervientemente en el potencial de la APC como una plataforma de crecimiento. La APC se ha fusionado completamente con el trabajo del ITC y ha tenido un éxito incuestionable. Se han movilizado más de $EE.UU. 200.000 millones, de los que cerca de $EE.UU. 60.000 millones se destinaron a los países menos adelantados. Tal y como ilustran muchas de las historias de este número de Forum de Comercio Internacional, la asistencia prestada a través de la APC ha contribuido a aumentar la actividad comercial, mantener el crecimiento y generar empleo. Los resultados son particularmente sorprendentes, ya que se han conseguido durante la crisis económica mundial más grave de la historia desde la Gran Depresión.

No obstante, a pesar de dichos logros, este no es el momento adecuado para descansar. Miles de millones de personas continúan viviendo en una situación de pobreza, sin ninguna posibilidad inmediata de empleo; tal y como afirma Karel De Gucht, el Comisario europeo para el comercio, todavía queda mucho por hacer, especialmente en lo que respecta a integrar las empresas de los países más pobres en las cadenas de valor regionales y mundiales.

El próximo diciembre, cuando los líderes mundiales se reúnan en Bali (Indonesia) con motivo de la Novena Conferencia Ministerial de la OMC, llegar a un acuerdo sobre facilitación comercial (y sobre servicios) puede dar paso a nuevas oportunidades de empleo para millones de personas tanto en los países en desarrollo como en los países desarrollados. Sin embargo, firmar un acuerdo en Bali no será suficiente. Debemos mirar más allá del futuro inmediato. El Banco Mundial, por ejemplo, ha sugerido que es posible erradicar la pobreza para 2030. Efectivamente, es posible, pero solo se puede lograr creando más trabajos y generando más crecimiento por medio del comercio. El ITC apoya plenamente la importancia otorgada a las pequeñas y medianas empresas (PYME) en el programa de desarrollo posterior a 2015 de las Naciones Unidas. Las PYME deben convertirse en el principal motor de los esfuerzos mundiales realizados para potenciar el crecimiento, reducir la pobreza y ofrecer medios de vida sostenibles.

Puede que hayamos llegado a un momento de inflexión para los flujos de la APC por parte de los países en desarrollo. Con todo, y cada vez con más frecuencia, los países en desarrollo emergentes y más adelantados están complementando dichos flujos con el desarrollo de capacidades relacionadas con el comercio, e incluso sustituyéndolos por esto último. Sin duda alguna, ellos también ven los beneficios de la iniciativa, y tienen un gran interés en invertir y comerciar más con otros países en desarrollo. Igualmente importante resulta el creciente interés (y la participación) despertado por el sector privado, que también está empezando a desempeñar un papel esencial como asociado y donante.

En el ITC, ver la APC en acción forma parte del día a día. De hecho, todo nuestro trabajo está relacionado con la APC: por medio de proyectos conjuntos dentro del Marco Integrado Mejorado, en asociación con nuestros donantes, o en colaboración con los países receptores. El ITC está decidido a garantizar que las PYME sigan contando con el conjunto de habilidades necesarias para crear empleo y, por tanto, continuar siendo el motor del crecimiento a nivel mundial.