Estudio de caso: Un viaje gratificante hacia la eficiencia de los recursos en el sector textil egipcio
Las «cuatro ces»: COVID, clima, conflictos y coste de la vida pusieron fuertemente a prueba a las pequeñas empresas de todo el mundo y retrasaron la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este estudio de caso, del Informe Anual del ITC del 2022, destaca cómo el Centro de Comercio Internacional ha ayudado a los emprendedores a encontrar nuevas vías hacia la prosperidad a través del comercio.
El reto
Esperanza es una empresa egipcia fabricante y exportadora de prendas de punto que gestiona una producción verticalmente integrada de tejidos y prendas confeccionadas. La empresa debe utilizar los recursos de forma más eficiente, sobre todo en un contexto de aumento de los costes asociados a la elevada demanda energética inherente al sector y a la necesidad de pasar a procesos de producción con bajas emisiones de carbono y más sostenibles. Además de energía, las operaciones de Esperanza consumen grandes cantidades de agua y utilizan productos químicos cuya aplicación y eliminación deben gestionarse bien para evitar riesgos para la salud y el medio ambiente.
La solución
El programa GTEX/MENATEX del ITC ha diseñado formación y entrenamiento para empresas sobre Eficiencia de los Recursos y Producción Circular (RECP). El programa ayuda a los beneficiarios a pasar a una producción más ecológica, aumentando así la competitividad internacional y cumpliendo los cambiantes requisitos normativos sobre diligencia debida y los requisitos cambiantes de los compradores.
En Egipto, el proyecto ofreció sesiones de formación y asesoramiento adaptadas a las necesidades de Esperanza, centradas no sólo en las técnicas RECP, sino también en la fabricación ajustada para mejorar los procesos de producción y reducir costes. La dirección de Esperanza se embarcó en este viaje. La empresa completó la formación RECP y aplicó una estrategia basada en un análisis de costes y beneficios de los conceptos circulares “reducir, reutilizar, reciclar".
Los resultados
Aunque las pequeñas empresas de los países en desarrollo suelen tener menos recursos y capacidades para reestructurar la producción y adaptarse a las prácticas y requisitos ecológicos, pueden mostrar una gran flexibilidad a la hora de adoptar nuevas tecnologías y modelos empresariales. Esta fue la experiencia de Esperanza, que consiguió un considerable ahorro de recursos y costes en energía, agua y residuos.
Energía eléctrica: Las medidas de buenas prácticas generaron un ahorro anual de 3.800 dólares, así como uno de 49 megavatios hora/año de energía y 25 toneladas/año de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Al cambiar a vehículos de gas natural, la empresa ahorró hasta 3.100 dólares y unas 10,6 toneladas/año de emisiones de CO2.
Energía térmica: Con el mantenimiento preventivo de su caldera, Esperanza ahorró 3.200 dólares anuales. Además, al controlar estrechamente el flujo de vapor a través de su sistema de tuberías, se espera que la empresa ahorre costes por valor de 16.000 dólares al año, con un ahorro de 862 megavatios hora/año de energía y 160 toneladas/año de emisiones de CO2.
Agua: Gracias a la aplicación de medidas de tratamiento de aguas residuales, la empresa reutiliza ahora casi el 60 % del agua de lavado en la tintorería. Se espera que Esperanza ahorre 11.000 dólares de costes con una reducción de 16.000 metros cúbicos de consumo de agua al año.
Residuos: La inversión en maquinaria especial para producir cordones a partir de los residuos generados por la producción de prendas de punto ha triplicado el valor de los residuos de hilo que antes se vendían en bruto.
La introducción de la fabricación ajustada permitió a Esperanza identificar el inventario y el capital no utilizados, lo que supuso un ahorro de casi 119.000 dólares, optimizar la utilización del espacio, acortar los plazos de entrega y reducir los costes de producción.
El futuro
Fortalecidos por este éxito, en Esperanza confían en poder expandirse a mercados ecológicos exigentes y asegurar relaciones de confianza con los compradores. El ITC seguirá apoyando a las empresas en su transición hacia la eficiencia en el uso de los recursos y la producción con bajas emisiones de carbono, preparándolas para cumplir las normas industriales y la legislación, tanto existentes como emergentes, en los mercados de exportación.
Más de 66 empresas de Oriente Medio y África se han beneficiado del RECP desde 2019. Se han hecho grandes progresos, como las mejoras medioambientales de 49 empresas, lo que ha supuesto un ahorro anual de costes y energía superior a 2 millones de dólares y 1 millón de kilovatios hora, respectivamente. Sin embargo, la sostenibilidad sigue siendo un viaje continuo.
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