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Contratación de mujeres y minorías: El ejemplo de Atlanta

28 junio 2012
ITC Noticias

Hace casi 40 años, el gobierno de Atlanta adoptó audaces políticas de desarrollo económico para estabilizar la economía de la ciudad y ampliar las oportunidades de empleo y negocios. Maynard Jackson Jr., por entonces primer alcalde afroamericano de una gran ciudad estadounidense, promovió el Programa de igualdad de oportunidades económicas, abriendo la contratación municipal a más de la mitad de la población empresarial hasta entonces marginada de la actividad económica de la ciudad a causa de políticas y prácticas discriminatorias por motivos de raza y género. Su liderazgo cambió el tejido económico de la ciudad para las mujeres, la población negra y otras minorías.

Entre 1974 y 1981, los contratos asignados por la ciudad a empresas de mujeres y minorías pasaron de un magro 1% a una media de 24% con un valor superior a los $EE.UU. 600 millones. En aquellos ocho años se sancionaron nueve leyes para garantizar que el consejo de la ciudad aprobara la participación de empresas de mujeres y minorías; una de esas leyes estipulaba que se les debía adjudicar el 25% de los proyectos, lo que según estimaciones conservadoras redundó en contratos por valor de $EE.UU. 2.500 millones para dichas empresas desde 1974.

Cuando su población superó los cinco millones, la Atlanta Metropolitana era un modelo para ciudades, estados y organismos federales del país. Mujeres y minorías participaron en el crecimiento de empresas comerciales aumentando su riqueza y ampliando su capacidad y su experiencia, y las políticas de contratación pública de la ciudad sentaron las bases de esos logros. Los datos hablan por sí mismos.

Los resultados del censo nacional indican que en los últimos 14 años, Georgia estuvo al frente del país por el número de empresas de mujeres; número que prácticamente duplicó entre 1997 y 2011, según el reciente informe State of Women-Owned Businesses Report. Se estima que hoy, Georgia cuenta con 287.500 de esas empresas, situándose en el sexto puesto de Estados Unidos, cuando en 1997 ocupaba el décimo pues había 145.576. Según la Asociación Nacional de Empresarias, Georgia ocupa el primer puesto en términos de cantidad, empleo y ventas de empresas de mujeres.

El alcalde Jackson creó el entorno propicio para que cientos de empresarios de minorías y empresarias participaran en miles de transacciones comerciales, emplearan a miles de personas, hicieran prosperar sus empresas y contribuyeran a la salud económica de la ciudad, el estado y el país. Esos hombres y mujeres forman parte de los dirigentes cívicos más activos del estado que aportan recursos, dinero y talento a la política, las instituciones caritativas y la vida cívica. El modelo de Atlanta, que puso fin a siglos de la vieja historia de discriminación de las mujeres y los afroamericanos en empresas y negocios, tiene por objetivo empoderarlos para que tengan éxito y aporten a título de empleadores, contribuyentes y dirigentes cívicos.

 

APOYO A EMPRESAS DE MUJERES Y MINORÍAS MEDIANTE LA CONTRATACIÓN Y LA POLÍTICA: ¿Qué DA RESULTADO?

1)  Un empeño sostenido – A partir de 1974 todos los alcaldes y consejos de la ciudad de Atlanta defendieron el citado programa. Ese empeño duradero condujo a un cambio radical.

2)   Una visión convincente – En la Ciudad de Atlanta se definió una visión de inclusión inspiradora que a los ciudadanos les resultó fácil comprender y aprobar. Crear una competencia equitativa, abierta y transparente responde al punto de vista común, según el cual, mujeres y minorías se enfrentan a la discriminación en el empleo y la empresa.

3)   Un sólido argumento empresarial – EnAtlanta se desarrolló un argumento empresarial para ampliar el número de ofertantes a fin de incrementar la competencia en las licitaciones y mejorar la calidad de las ofertas. La apertura creó competencia e innovación y la oportunidad produce excelencia.

4)   Un programa bien concebido – El modelo de contratación pública deAtlanta, que es efectivo, inclusivo y práctico, tiene por objetivos distribuir en forma equitativa las oportunidades económicas entre grupos de la comunidad en su conjunto e incorporar enfoques innovadores como los negocios de riesgo compartido entre empresas establecidas y principiantes. Además, define un claro procedimiento que va de la selección de ofertantes a la certificación, pasando por la verificación, y establece un proceso de presentación de informes para que la opinión pública, el alcalde y el consejo estén siempre al tanto.

5)   Una prueba destacada – A mediados de la década de 1970 se diseñó y construyó el Aeropuerto Internacional de Atlanta que costó$EE.UU. 400 millones y más del 20% del trabajo estuvo a cargo de empresas contratistas de propiedad de mujeres y minorías. Luego, la ciudad amplió el programa para considerar cada contrato como una posibilidad para el Programa de igualdad de oportunidades económicas. El reconocimiento público del éxito de este último dinamizó las empresas y galvanizó la reputación de Atlanta por abrir las puertas de la contratación municipal a empresas de mujeres y minorías.