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Cómo el sector privado impulsa el crecimiento económico y el bienestar

15 septiembre 2014
ITC Noticias

Desde la creación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2000, se entiende mejor el papel crucial que desempeña el sector privado a la hora de generar desarrollo económico, social y ambiental. De hecho, el sector privado de cada país es simplemente la comunidad trabajadora y, como parte de esa comunidad, las empresas comprenden, mejor que nunca, el impacto que causan. Su influencia sobre el desarrollo económico y social, su respeto por el medio ambiente y su gestión eficaz y eficiente de los recursos representan una contribución importante al bienestar de sus comunidades.

Sin embargo, el sector privado no puede actuar solo. Los gobiernos deben ofrecer un entorno legislativo y regulador que permita que las empresas desempeñen su papel. Esto incluye equilibrar una serie de elementos vitales como la política comercial abierta, la gestión sólida y estable, la inversión en infraestructuras, las políticas económicas y monetarias, las estructuras de protección social y fiscal, así como los costes de hacer negocios, a fin de que el sector privado pueda y quiera actuar.

Veamos el caso de la creación de empleo, uno de los desafíos de desarrollo más importantes en todo el mundo. Para superarlo, se necesitan más empleadores. Las empresas existentes no tienen la capacidad de emplear a los recién incorporados al mercado, y mucho menos a los que lo hagan en el futuro. Por esto se necesitan más empresarios; gente con ideas, energía y preparada para asumir riesgos. ¿El entorno empresarial y regulador de su país apoya a los emprendedores? ¿El proceso jurídico facilita el registro de la empresa y la respalda? ¿El sistema educativo ofrece a los posibles futuros empresarios las destrezas necesarias para ser creadores de empresas y empleo?

La realidad es que son pocos los países que lo hacen bien y en África, Asia Meridional, Asia Oriental y América Latina el entorno es, a menudo, reacio a este tipo de iniciativas. Si queremos que los objetivos de desarrollo sostenible sean fructíferos para todos después de 2015, el área del desarrollo del sector privado y del crecimiento empresarial tiene que contar con el respaldo de los gobiernos. El empleo es el mejor medio para salir de la pobreza. Necesitamos trabajos buenos: trabajos del sector formal en empresas del sector formal, trabajos que se ajustan a las necesidades de una economía moderna y trabajos cuyos impuestos contribuyen al desarrollo del país.

Si nos paramos a repasar los objetivos que hemos fijado para nuestras sociedades, el sector privado es el motor principal del crecimiento económico. Es la base de la que dependen el desarrollo social y los sistemas de educación, sanidad y seguridad social. Dejemos que el sector privado haga su trabajo.