Especiales

Un soplo de aire limpio para Mongolia

20 diciembre 2023
Evelyn Seltier, Centro de Comercio Internacional

Imagínese una vida sin aire limpio, en la que incluso en el interior de su hogar no pueda escapar de los humos procedentes de la combustión del carbón. Difícil, ¿verdad? Esta es la realidad de muchos mongoles que viven en una de las ciudades más frías y contaminadas del mundo, Ulán Bator. 

 

Sin embargo, gracias a las innovaciones de los ecoemprendedores jóvenes, locales y, sobre todo, apasionados como Oyungerel Munkhbat, la población de la capital está viendo cómo mejoran las condiciones. 

 

Lea sobre el recorrido de esta joven hasta fundar Airee, una solución empresarial ecológica que no sólo proporciona a las familias un oxígeno más limpio para respirar, sino que también reduce la contaminación por microplásticos gracias a la utilización de unos filtros de lana 100 % biodegradables en los purificadores de aire.

Reportaje de Forum de Comercio Mongolia
© Anand Tumurtogoo/ITC/Fairpicture

Cuando uno se imagina Mongolia, le vienen a la cabeza imágenes de montañas majestuosas y llanuras interminables y vacías exploradas sólo por un puñado de lugareños a caballo o nómadas que pastorean ovejas. Lo más probable es que Ulán Bator, capital del país, y sus crecientes «distritos ger», no sean lo primero que se imagine.

Aquí es donde creció Oyungerel, de veintiséis años. Se crió en un barrio que describe como chabolista, donde los gers(tiendas portátiles utilizadas tradicionalmente por los nómadas de la meseta mongola) son una parte esencial de las vidas de más de la mitad de la población urbana de Ulán Bator.

Desde la década de 1990, tras el colapso de la Unión Soviética, Ulán Bator ha experimentado una urbanización sin precedentes. La falta de viviendas ha provocado la expansión de los asentamientos informales, lo que se ha traducido en problemas urbanos que van desde la escasez de servicios públicos hasta las enfermedades transmitidas por el agua y la contaminación atmosférica.

Esta última cuestión ha estado en la mente de Oyungerel desde que era una niña.

Reportaje de Forum de Comercio Mongolia Ecoemprendedor
Shutterstock

El cambio climático y la falta de aire limpio

Mongolia no sólo tiene que enfrentarse a los retos de la vivienda, sino también a temperaturas infames: la temperatura media anual en este país sin salida al mar es de -1,3º C.

«La gente quema carbón en las estufas para mantenerse caliente», explica Oyungerel. «Y la contaminación atmosférica está aumentando desde 2004, ya que cada vez más nómadas viajan a la ciudad debido al cambio climático», añadió.

Mongolia ha experimentado un aumento de 2,1º Celsius en la temperatura media del aire en los últimos 70 años, lo que la convierte en uno de los países más afectados por el cambio climático. Este clima cambiante ha tenido efectos adversos en sectores vitales como la agricultura, y en particular en la ganadería, de la que dependen los nómadas. En el 2021, por ejemplo, casi el 80 % de la tierra estaba degradada debido al sobrepastoreo y al cambio climático.

Además, están aumentando la frecuencia y la magnitud de los riesgos naturales como los inviernos rigurosos, la sequía, las tormentas de nieve y las tormentas de polvo.

Los pastores nómadas, que representan casi el 30 % de la población, son extremadamente vulnerables a estos impactos. «Por eso los nómadas están viniendo a Ulán Bator y creando barrios fuera de la ciudad».

Una ciudad que es actualmente una de las más contaminadas del mundo. Escuchando a Oyungerel, casi da la sensación de que no hay escapatoria: quemar más carbón contribuye al cambio climático, que a su vez crea inviernos extremos, que contribuyen a que los nómadas pierdan su medio de vida y se trasladen a la ciudad, donde queman más carbón y respiran aire contaminado, y así sucesivamente.

«Viví en un distrito ger hasta los 12 años. No recuerdo un invierno sin contaminación atmosférica... Respiraba tanto hollín que parecía que trabajaba en una mina de carbón. Me enfadaba mucho, pero parecía que a nadie le importaba la gente que sufría por la falta de aire limpio».

Vídeo

20 diciembre 2023

Luchar por lo que es justo

En lugar de licenciarse en antropología como había planeado en un principio, Oyungerel decidió estudiar ciencias medioambientales.

Además de aprender más sobre la contaminación atmosférica, la joven estudiante empezó a trabajar como periodista en el UB Post y recibió la atención del público con sus iniciativas de sensibilización. 

«Muchos se sentían impotentes porque culpaban al gobierno de su situación.

Sin embargo, intentamos devolver el poder a la gente: desarrollamos páginas de llamada a la acción en Facebook y un sitio web para que los particulares lucharan contra la contaminación atmosférica».  

Tras graduarse, Oyungerel probó suerte en la Mongolian Sustainable Finance Association (Asociación de Finanzas Sostenibles de Mongolia), donde dirigió un proyecto sobre hipotecas de eficiencia energética en colaboración con la GIZ. La asociación ha estado trabajando en la creación de un fondo verde, la Mongolia Green Finance Corporation (Corporación Financiera Verde de Mongolia), para financiar actividades de eficiencia energética para los hogares y las industrias de los distritos ger; sin embargo, aún no se ha materializado.

Destacado Mongolia Ecoemprendedora
Oyungerel y su equipo en Airee.
© Anand Tumurtogoo/ITC/Fairpicture

Una idea revolucionaria

A los tres años de trabajo, Batmunkh, amigo de Oyungerel y ahora cofundador de Airee, tuvo la idea de construir un generador de oxígeno que para mejorar los sistemas de ventilación inadecuados. Batmunkh, que es biotecnólogo, convenció a su amiga para que construyera un sistema de purificación del aire.

«Estábamos pensando en formas de proporcionar el aire interior más óptimo y empezamos con los purificadores de aire. Descubrimos que la mayoría de los filtros son sintéticos y no pueden reciclarse».

Estos amigos tienen una mentalidad enfocada en el cuidado del medio ambiente, por lo que enfocaron su proyecto desde un punto de vista sostenible.

A través de varios artículos científicos, se enteraron de que las fibras de lana eliminan los compuestos orgánicos volátiles y las partículas tóxicas de la contaminación atmosférica, el polen o las bacterias, y además se biodegradan de forma natural, a diferencia de las fibras sintéticas.

Aquí fue cuando estos jóvenes de 23 años empezaron a experimentar con distintos materiales de lana para fabricar filtros y, cuando lo consiguieron, encargaron a China 300 aparatos purificadores de aire sin filtros, con lo que su empresa Airee se ahorró 30.000 dólares de los Estados Unidos.

Nos imaginábamos nuestra empresa como una que vendía dispositivos que utilizaban los productos de lana existentes en el mercado, pero nuestros planes cambiaron.
Do not show
Reportaje Mongolia
El filtro y purificador de aire a base de lana desarrollado por Airee.
© Anand Tumurtogoo/ITC/Fairpicture

El camino hacia el éxito puede ser largo y tortuoso

En septiembre de 2019, los dos emprendedores hicieron su pedido. Dos semanas más tarde se cerró la frontera con China debido a la COVID-19. Como los purificadores de aire se utilizan sobre todo en invierno, el retraso de la llegada de los aparatos a mayo de 2020 hizo que necesitaran más tiempo para verificar la eficacia de su prototipo de filtro.

«Enviamos nuestros filtros a un laboratorio coreano para comprobar cómo filtraban las partículas, o PM. Los resultados indicaron PM 0,3, que era mucho mejor de lo que podíamos esperar, y filtraron partículas nocivas de tan sólo 0,3 micrómetros de diámetro, con una eficacia del 70 %».

Su tecnología para producir estos filtros especiales basados en la materiales naturales requirió de una metodología de procesamiento innovadora, para la cual ya han registrado el modelo de utilidad, el diseño y la marca registrada, y cuya patente técnica está en proceso.

Aunque vendieron los 300 aparatos, los fundadores aún no pueden contar con un flujo de caja estable. El camino de la I+D a la producción es costoso y encontrar inversores basados en el impacto y en el valor es difícil cuando se está empezando en Mongolia, según Oyungerel.

«En enero conseguimos un inversor a través de Shark Tank, que tiene la intención de invertir 180.000 dólares de los Estados unidos, y actualmente estamos cerrando los términos del acuerdo. Queremos construir una planta de producción y vender nuestros materiales a los fabricantes de filtros».

Múltiples fabricantes han mostrado hasta ahora su interés por los materiales biodegradables. Con el enfoque de empresa a empresa, Oyungerel espera atraer a más inversores y está deseando firmar posibles acuerdos con compradores de Viet Nam, Türkiye y Alemania.

Sin embargo, la misión principal de Oyungerel es mejorar la situación en su país natal. Todavía no hay compradores mongoles y los filtros de aire siguen siendo costosos.

«Durante la pandemia de COVID-19, costaba hasta 200 dólares sustituir un filtro de aire de un dispositivo purificador de aire. Tenemos que poner estos purificadores de aire a disposición de los mongoles a bajo precio, para que puedan permitirse respirar un aire limpio en casa». En la actualidad, Airee es el producto con esa tecnología más barato del mercado.

Al final de nuestra charla, Oyungerel nos confiesa que desearía que la urbanización de la ciudad se hiciera de otra manera.

Los nómadas son ingeniosos y tienen una mentalidad no capitalista. El hecho de que tuviéramos que llegar a esta idea de empresa emergente, casi hasta parece contradictorio.
Do not show
Reportaje Mongolia
© Anand Tumurtogoo/ITC/Fairpicture

Al alzarse con el Premio Youth Ecopreneur en la categoría de soluciones empresariales ecológicas, la empresa mongola se llevó 5000 dólares de los Estados Unidos en financiación inicial y recibirá apoyo para el desarrollo de las capacidades para ampliar su negocio. Los premios serán proporcionados por el Centro de Comercio Internacional, la Iniciativa Global de Tierras del G20 de la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, el programa Startups for Sustainable Development de Google y el bufete multinacional de abogados Sidley Austin; y ayudarán a Oyungerel y su socio para hacer crecer su negocio.