Historias

Integrar el cambio climático en la Ayuda para el Comercio: compartir las lecciones aprendidas

21 junio 2017
ITC Noticias

El cambio climático, la contaminación medioambiental y la pérdida de biodiversidad presentan riesgos cada vez mayores para las oportunidades comerciales de los pequeños productores de cooperativas y para las pequeñas o medianas empresas (pymes) en países menos adelantados. Incorporar el cambio climático y el medio ambiente es, por lo tanto, un elemento de diseño necesario de los proyectos de cadena de valor de la Ayuda para el Comercio (APC). Esta fue la enseñanza más importante de la sesión de trabajo conjunta entre el personal del Centro de Comercio Internacional (ITC) y de la Organización Mundial del Comercio (WTO) la semana pasada.

El personal trabajó con la Guía del ITC sobre la Incorporación del Medio Ambiente a la Ayuda para el Comercio como instrumento para compartir las lecciones aprendidas entre el personal del Marco Integrado Mejorado y del Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio.

Los temas ambientales, en particular el cambio climático, presentan un amplio conjunto de riesgos para los agricultores de los países en desarrollo, incluyendo fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de productividad y mayor incidencia de pestes y enfermedades. El cambio climático es uno de los factores de cambio globales que crean riesgos mayores y renovados en materia de seguridad alimentaria, tanto animal como vegetal, tal y como ilustra el trabajo de FANFC en esta área.

Con la mayoría de los programas de la APC enfocados en las cadenas de valor de la agricultura y los recursos naturales, la sostenibilidad del proyecto está fuertemente vinculada al «criterio de resistencia al clima».

El grupo de trabajo siguió el proceso de cuatro pasos de la Guía del ITC y analizó los marcos lógicos en los sectores de la agricultura y el turismo a fin de evaluar tanto los riesgos medioambientales como las acciones de mitigación. El grupo identificó los riesgos en el sector de la exportación de frutas en África Oriental, que incluía el mal uso de pesticidas, la limpieza de tierras para destinarlas a plantaciones, así como la extracción excesiva de agua. Se reconocieron las posibles acciones de mitigación, tales como la capacitación en materia de buenas prácticas agrícolas, garantizar la coherencia con la planificación local y la promoción de tecnologías de riego por goteo.

La metodología también incluye una evaluación de las oportunidades para crear valor a partir de los mercados de productos certificados, la reducción del uso de la energía y el reciclaje de residuos mediante el compostaje y una mejor gestión del agua. Estas acciones contribuyen a mejorar la competitividad de las cooperativas y las empresas con las que trabajan los programas de la APC.

«Incorporar el medio ambiente a la Ayuda para el Comercio mejora tanto los resultados medioambientales como la competitividad del sector privado en los países en desarrollo«, afirmó Alexander Kasterine, Consejero Sénior del Programa de Comercio para el Desarrollo Sostenible del ITC, quien presentó la Guía al personal de la OMC.

«El medio ambiente es uno de los tres principales temas transversales en los que MIM se enfoca durante la segunda fase del programa. En relación con el medio ambiente, nuestro objetivo es llevarlo a cabo de tres maneras principales: en primer lugar, mediante el diseño de proyectos MIM, en segundo lugar en el trabajo analítico realizado por los Estudios de Diagnóstico de la Integración del Comercio (EDIC), y en tercer lugar movilizando financiación relacionada con el medio ambiente y el cambio climático», afirmó Ratnakar Adhikari, Director Ejecutivo de la Secretaría Ejecutiva del MIM.

El Sr. Adhikari también mencionó que la incorporación del medio ambiente ayuda a los países MIM a optimizar el uso de los recursos escasos y a encontrar nuevas oportunidades de exportación además del aprovechamiento de los recursos.