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Convertir el 2016 en un año de acciones

22 febrero 2016
ITC Noticias

El año 2015 fue un punto de inflexión en lo que se refiere a la toma de decisiones a nivel mundial. Este año se confirmó que el multilateralismo era una vía esencial y viable para abordar el crecimiento inclusivo y las cuestiones de desarrollo. A pesar de que la economía mundial no se recuperó hasta los niveles previstos, se evitaron crisis económicas importantes y el enfoque continuó en el desarrollo de marcos globales para afrontar la pobreza y aprovechar el comercio de forma más eficiente, con el fin de impulsar el crecimiento y la creación de empleo.

Los buenos resultados de la cumbre de las Naciones Unidas en septiembre, donde los líderes mundiales acordaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el subsiguiente Acuerdo de París para frenar el cambio climático, así como el acuerdo alcanzado en Nairobi durante la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio en diciembre, mostraron que los países, con el apoyo de las empresas y la sociedad civil, pueden trabajar juntos para alcanzar objetivos finales importantes. Sin embargo, 2015 también fue un año de agitaciones geopolíticas sin precedentes, donde los conflictos en muchas partes del mundo nos recordaron que debíamos esforzarnos más por proteger a los más vulnerables de la sociedad y por garantizar unas economías fuertes.

La resiliencia y la sostenibilidad son elementos centrales del trabajo del Centro de Comercio Internacional (ITC), que continua expandiendo su alcance e impacto para asegurar que el comercio siga siendo un medio eficaz y sostenible para salir de la pobreza. Seguiremos desarrollando las iniciativas lanzadas en 2015, como SheTrades, cuyo objetivo es que para el año 2020 un millón de empresarias estén conectadas con los mercados. También ampliaremos la iniciativa Blue Number, una red profesional para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que hace posible que los compradores, y a la larga los consumidores, puedan seguir el trayecto de los productos desde la granja.

Lo que tienen en común estas iniciativas, junto con otros programas del ITC, es su uso innovador de los datos. Si bien la tecnología actual hace posible recopilar y analizar datos como nunca antes se había imaginado, la recopilación y difusión de información ha sido una parte central de las operaciones del ITC desde mucho antes de que existiera el término 'datos masivos'. Cada año cientos de miles de empresas, organizaciones gubernamentales e individuos de los países en desarrollo gozan de un acceso libre a la base de datos del ITC.

Estas fuentes les proporcionan información vital acerca de datos de importación y exportación, reglamentos arancelarios o información sobre normas, entre otros. Este tipo de datos permite a los gobiernos decidir a qué sectores deben dar prioridad y a las empresas a analizar los mercados para adentrarse en nuevos destinos de exportación, gracias a que, entre otras cosas, les ayuda a comprender las normas con las que tienen que cumplir sus productos.

Con el fin de erradicar la pobreza extrema de aquí a 2030, no podemos olvidarnos de empoderar económicamente a las mil millones de mujeres que aún no lo están. Asimismo, debemos asegurarnos de que los países en desarrollo participen en el comercio sostenible y de que les proporcionamos las herramientas necesarias para que puedan hacerlo. También debemos seguir afianzando las asociaciones entre los formuladores de políticas y las empresas, especialmente las pymes.

Solo de esta manera podremos construir un futuro sostenible en el que nadie se queda atrás. El 2016 debe ser un año de acciones que aproveche el ímpetu generado en 2015.