Artículos de opinión

Construir un mundo mejor para las mujeres mediante el comercio transfronterizo

10 marzo 2023
Pamela Coke-Hamilton, Directora Ejecutiva, Centro de Comercio Internacional (ITC)

Hoy es el Día Internacional de la Mujer. Una celebración con más de un siglo de antigüedad de los logros sociales, económicos, culturales y políticos de la mitad de la raza humana. Una oportunidad para que todo el mundo reflexione sobre cómo podemos, como individuos, gobiernos, empresas y organizaciones, hacer más para lograr la igualdad de género. También es un momento para cuestionar nuestras suposiciones y sacudir los cimientos de las estructuras que frenan el desarrollo de las mujeres en el hogar en el lugar de trabajo y en la escena mundial.

Este año, lamentablemente, el mundo tiene poco por lo que alegrarse. Nos encontramos en el período más duro al que se ha enfrentado el mundo desde la creación del sistema de la ONU hace más de tres cuartos de siglo. El cuádruple choque de la COVID, los conflictos, el cambio climático y el aumento del coste de la vida ha borrado décadas de logros en materia de desarrollo que habían costado mucho conseguir. Desde las desproporcionadas pérdidas de puestos de trabajo en la época de la pandemia hasta el éxodo de familias por la guerra en Ucrania, las mujeres se han llevado la peor parte de esos cuatro elementos. 

Por eso, en este Día Internacional de la Mujer, el mundo debe unirse para volver a poner encima de la mesa el empoderamiento de las mujeres. Como responsable del Centro de Comercio Internacional, la agencia conjunta de las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio (OMC) comprometida con la ayuda a las pequeñas empresas, he venido a Mauricio para poner en marcha un centro de apoyo a las mujeres emprendedoras que las ayude a «internacionalizarse».

 

Las mujeres en el comercio: adopción de medidas

A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad de género. Según un estudio de McKinsey, el avance en materia de igualdad de género puede añadir 12 billones de dólares de EE. UU. al PIB mundial. Sin embargo, menos de una quinta parte de todas las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, o MIPYME, que participan en el comercio mundial son propiedad de mujeres. 

También sabemos que las mujeres emprendedoras se enfrentan a barreras adicionales a la hora de crear empresas y participar en la economía mundial. Entre estas barreras se incluyen el acceso limitado a la financiación, a las oportunidades de formación y a la información sobre nuevos mercados. Las empresas dirigidas por mujeres también tienden a ser de menor tamaño y más vulnerables a los choques externos.

La adopción de medidas en África es especialmente apremiante. Las mujeres son el motor del comercio en África y se calcula que las pequeñas empresas representan el 80 % de los puestos de trabajo en todo el continente. Sin embargo, las pequeñas empresas de África se enfrentan a retos únicos: un estudio reciente de la Unión Africana reveló que cinco de cada siete pequeñas empresas africanas fracasan en su primer año; y sólo entre un tercio y una quinta parte tienen acceso adecuado a préstamos bancarios y líneas de crédito.

Para poder transformar las vidas y las economías, esta situación debe cambiar. Estamos en un buen momento para poder hacerlo realidad, dado el punto de inflexión que supone la Zona de Libre Comercio Continental Africana, o AfCFTA. El Banco Mundial estima que si se aplica plenamente, la AfCFTA podría aumentar los ingresos de África en 450.000 millones de dólares de EE. UU. para 2035 e incrementar las exportaciones intraafricanas en más de un 80 %. ¡Imagine el impacto en la vida de las mujeres emprendedoras del continente!

 

Mauricio, el ITC y el Gobierno del Reino Unido: socios para el cambio

Como en tantos otros ámbitos del comercio y el desarrollo, Mauricio ha sido pionero en la escena internacional. Como una persona que creció en Jamaica, otro Pequeño Estado Insular en Desarrollo, saludo el logro histórico de Mauricio de transformar unos patrones comerciales y una dependencia de unas preferencias comerciales anticuadas para crear una economía basada en el comercio vibrante y diversificada. 

Este compromiso con el crecimiento económico y la diversificación viene acompañado de un impresionante historial de apoyo al empoderamiento económico de las mujeres: desde la creación del National Women Entrepreneur Council (Consejo nacional de mujeres emprendedoras), la adopción de un enfoque presupuestario que tiene en cuenta el género y la obtención de una puntuación de 100 sobre 100 en el indicador de igualdad salarial del Banco Mundial, hasta el establecimiento de un objetivo de al menos un 30 % de mujeres en puestos de toma de decisiones en los sectores público y privado.

Esta es la razón por la que el ITC ha unido sus fuerzas con el Gobierno del Reino Unido y la Economic Development Board (EDB) para lanzar el SheTrades Hub en Mauricio. Este centro se unirá a una red de otros 11 SheTrades Hub existentes en África, Asia, el Caribe y América Latina, y que en las próximas semanas y meses aumentará con la apertura de los centros de Bangladesh y Mongolia.

SheTrades es una de las iniciativas mundiales emblemáticas del ITC que trabaja no sólo con las mujeres, sino también con los encargados de formular políticas, las organizaciones de apoyo empresarial y el sector privado para desarrollar las capacidades y crear las condiciones adecuadas para que las mujeres participen en el comercio y se beneficien de él en igualdad de condiciones. 

El centro SheTrades Hub de Mauricio mejorará el ecosistema de apoyo empresarial y respaldará el crecimiento de las iniciativas de empoderamiento económico de las mujeres. Además, mejorará la capacidad de las empresas dirigidas por mujeres para acceder a los mercados y liberará el potencial de las jóvenes licenciadas al enseñarles las habilidades empresariales necesarias. Se convertirá así en un ejemplo para los otros SheTrades Hubs.

 

Una llamada a la acción

 

Este Día Internacional de la Mujer, volvamos a poner encima de la mesa el empoderamiento económico de las mujeres a través del comercio internacional. Permítanme sugerir cuatro acciones que todos los gobiernos podrían poner en marcha ahora mismo.

En primer lugar, tenemos que reconocer que aunque el comercio ha sacado a mil millones de personas de la pobreza, sus resultados no son neutrales en cuanto al género. Por ello es necesario seguir desarrollando políticas a escala nacional, regional e internacional que ofrezcan a las mujeres no sólo igualdad de oportunidades, sino también formación a medida y apoyo para aprovechar estas oportunidades al máximo.

En segundo lugar, sigamos defendiendo a las mujeres exportadoras en la escena internacional. Esto significa seguir llevando la voz de las mujeres a la OMC, las Naciones Unidas y las plataformas regionales como la AfCFTA.

En tercer lugar, acabemos con las flagrantes lagunas de datos que infravaloran a las mujeres y sus logros. Los datos desglosados por género, como los que ofrece nuestra herramienta de políticas en línea SheTrades Outlook, no sólo son algo bueno con lo que contar, sino que también constituyen una herramienta fundamental para la elaboración de políticas sociales y económicas.

En cuarto y último lugar, sigamos avanzando y reconociendo que la igualdad de género es un derecho en sí mismo y un requisito para el desarrollo sostenible. Además, no es que esto solo sea lo correcto, es que también es lo inteligente. Promover el empoderamiento económico de las mujeres hace que las empresas sean más competitivas, impulsa la transformación económica y reduce la pobreza.