Especiales

Tres formas de integrar el clima en los procesos empresariales

17 febrero 2016
ITC Noticias
Las aseguradoras y los inversores deben tomarse en serio la amenaza
del cambio climático

El cambio climático es uno de los mayores desafíos mundiales y determinará la manera en la que hacemos negocios durante las próximas décadas. Fui uno de los 79 Directores Generales que firmaron la carta abierta que recalcaba la necesidad de gestionar los riesgos del cambio climático de forma activa e insertarlos en los procesos de toma de decisiones, especialmente para generar oportunidades de crecimiento. En la aseguradora e inversora Allianz integraremos el cambio climático en nuestras operaciones diarias de la siguiente manera:

1. ANTICIPAR: CONVERTIR LAS CUESTIONES CLIMÁTICAS EN UNA PARTE CENTRAL DE NUESTRO NEGOCIO

Aconsejamos a todas las empresas a incorporar las cuestiones climáticas en sus programas. Tomemos por ejemplo el riesgo del carbono. En 2011, la Iniciativa Carbon Tracker destacó que aquellas empresas cuyos modelos de negocio se basan en explotar reservas de combustibles fósiles se enfrentarían a una gran depreciación de sus activos cuando las políticas climáticas se hagan más exigentes. Si los formuladores de políticas decidieran adoptar medidas para limitar el calentamiento global en 2°C, sus actuales modelos de negocios se harían insostenibles. No se trata de una 'cuestión verde' marginal.

Para los inversores, el riesgo del carbono es tan importante como el riesgo de crédito o liquidez y debe ser incorporado en el análisis de cartera. Los inversores a largo plazo, como las aseguradoras, desempeñan un papel decisivo en este frente. Los signatarios de la Coalición para la descarbonización de las carteras de inversiones, por ejemplo, ya se han comprometido a medir su huella de carbono, reducir la financiación de los negocios con altas emisiones de carbono e invertir en infraestructuras renovables y de baja emisión de carbono.

2. CUIDAR: PROTEGER EL CLIMA

La gestión del riesgo es nuestra profesión. Asesoramos a los clientes sobre cómo pueden reducir el riesgo y minimizar los daños, y compensamos a los que han sufrido pérdidas. Con referencia a los impactos del cambio climático, esto significa incentivar las medidas preventivas y compensar a los clientes que, por ejemplo, han perdido su cosecha debido a una sequía o han visto interrumpida su cadena de suministro por una inundación.

En junio de 2015, los líderes del G7 se comprometieron a ampliar los servicios de seguros a 400 millones de personas en los PED, que son los más vulnerables a los impactos del cambio climático. Junto con la Munich Climate Insurance Initiative, la Allianz y otras aseguradoras están desarrollando herramientas para alcanzar este ambicioso objetivo de aquí a 2020. La colaboración público-privada será la clave. En muchos casos solo los gobiernos locales pueden proporcionar los datos necesarios para diseñar productos como los seguros por inundación.

Las aseguradoras también pueden fomentar la adaptación y la reducción de riesgos al imponer condiciones a la cobertura del seguro que obliguen al cliente a tomar ciertas medidas para mitigar los riesgos, y esto, a su vez, ayuda a mantener las primas en niveles aceptables. Parece obvio que ninguna parte interesada puede resolver los desafíos del cambio climático por sí sola: los seguros pueden y deben ser mecanismos complementarios en un marco más amplio de adaptación y reducción del riesgo del desastre.

3. POSIBILITAR: OFRECER SOLUCIONES PARA UNA SOCIEDAD CON BAJAS EMISIONES DE CARBONO

El momento del cambio es ahora. Según la Comisión Mundial sobre Economía y Clima, se tendrán que invertir alrededor de $EE.UU. 90 trillones a nivel mundial durante los próximos 15 años, a fin de mantener y mejorar las infraestructuras energéticas, urbanas y agrícolas.

Estas inversiones vendrán en forma de activos que utilizaremos durante los próximos 30 o 40 años, como mínimo. Debemos realizar inversiones ecológicas hoy para que nuestro planeta no se sobrecaliente en el futuro. De no hacerlo, como dijo el Presidente de los EE.UU. Barack Obama, 'tendremos que destinar más y más recursos económicos a adaptarnos a las distintas consecuencias del cambio climático en lugar de destinarlos a aumentar las oportunidades para nuestra gente'.

Pero, ¿de dónde procederá este dinero? Los gobiernos están recortando los presupuestos de inversión para poder controlar la deuda pública. Los bancos no se animan a realizar inversiones a largo plazo porque dependen de los fondos procedentes de los depósitos a corto plazo y los mercados monetarios.

El caso de las aseguradoras es distinto. Estas obtienen capital de los tomadores de seguros y, normalmente, lo retienen durante mucho tiempo, lo que las convierte en idóneas para invertir a largo plazo. Las inversiones relacionadas con el clima, como las energías renovables, suelen durar al menos 20 años y son un mercado en expansión muy atractivo. Pueden ayudar a las aseguradoras a diversificar sus carteras de inversiones y ofrecer un rendimiento sólido y estable. El objetivo de Allianz, por ejemplo, es a medio plazo al menos doblar los €2.500 millones que invierte actualmente en energías renovables. Para estimular la enorme cantidad de inversiones necesarias, instamos a los gobiernos a proporcionar estabilidad reglamentaria para las inversiones de baja emisión de carbono.

Como gestores del riesgo profesionales, debemos tomar el cambio climático en serio, tanto individualmente como en conjunto con todos nuestros clientes.