De jóvenes para jóvenes: políticas sobre emprendimiento que funcionan
En nuestra segunda entrevista, realizada en el marco del proyecto Capstone, Forum de Comercio charló con tres jóvenes investigadores del Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra para averiguar cuáles son los retos a los que se enfrentan los jóvenes a la hora de intentar conseguir ayuda financiera.
El ITC colabora con este instituto de postgrado, en el marco de un proyecto llamado Proyecto Capstone. Descubra lo que estos jóvenes estudiantes sugieren que los encargados de formular políticas deberían hacer de forma diferente: posibilitar un entorno empresarial para los jóvenes emprendedores que impulse la creación de empleo.
El crecimiento y el desarrollo del mundo están en manos de las generaciones actuales y futuras de jóvenes. La población juvenil aumentará en gran medida, sobre todo en los países en desarrollo.
Según las estimaciones de las Naciones Unidas, en 2019 había 1200 millones de personas con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, lo que representaba el 16 % de la población mundial. Para 2030, fecha límite de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se prevé que la cifra aumente un 7 %, hasta casi los 1300 millones. En los países menos adelantados, la población joven aumentará aún más, un 62 % en las próximas tres décadas, y pasarán de 207 millones en 2019 a 336 millones en 2050.
Eso significa que el emprendimiento de los jóvenes constituye un medio para conseguir más empleo. En nuestra investigación analizamos las políticas de emprendimiento juvenil actuales en cuatro países: Ghana, Kenya, Colombia y Filipinas, e identificamos su eficacia y sus limitaciones para obtener recomendaciones de políticas óptimas que puedan conducir a un entorno empresarial propicio para el emprendimiento juvenil.
Para este estudio, nos basamos en una revisión en profundidad de la literatura internacional pertinente al emprendimiento de los jóvenes junto a datos cualitativos primarios recogidos a través de entrevistas semiestructuradas con jóvenes emprendedores, centros de emprendimiento y agencias gubernamentales de desarrollo.
Según las estrategias nacionales para el emprendimiento, existen cinco frentes principales de acción política capaces de fomentar el emprendimiento de los jóvenes:
- Leyes y normativas
- Educación y habilidades
- Tecnología e innovación
- Acceso a la financiación
- Sensibilización y creación de redes de contactos.
Las fuertes normativas y los complejos procesos de registro constituyen retos comunes en todos los países del estudio. Especialmente en Filipinas, donde las normativas y las leyes están anticuados y donde las empresas tienen que enfrentarse a numerosos obstáculos.
La educación y la formación empresarial son escasas, a pesar de que todos los países han reconocido la necesidad de acelerar las competencias de su población en materia de ciencia, tecnología e innovación (CTI), para mejorar el emprendimiento de los jóvenes. Las diferencias regionales entre las zonas urbanas y rurales son un reto común para abordar los programas de formación.
El acceso a la financiación es uno de los retos más cruciales en la mayoría de los países en desarrollo. Las causas de por qué el acceso a la financiación supone un reto para los jóvenes emprendedores de los países objetivo están en sintonía en todos los países. La falta de garantías, historial crediticio y experiencia empresarial constituyen aún barreras para los jóvenes.
El nivel de concienciación y de creación de redes de contactos entre los jóvenes emprendedores parece variar en los países de la lista. Asimismo, algunos programas están estancados o tienen dificultades para alcanzar el nivel de trabajo en red.
Para mejorar las políticas existentes y el ecosistema del emprendimiento juvenil es esencial desarrollar políticas más específicas y prácticas en cada sección de las cinco áreas políticas del emprendimiento de los jóvenes.
Nuestro informe incorpora recomendaciones generales sobre políticas, así como recomendaciones específicas para cada país en función de los retos específicos de cada uno de ellos. En pocas palabras, recomendamos lo siguiente:
1. Optimizar el entorno normativo a través de las siguientes acciones:
- La modernización de las leyes y normativas relacionadas con el emprendimiento para lograr un acceso inclusivo a la formalización.
- La formulación de estrategias para aumentar la concienciación sobre estas leyes y normativas.
2. Mejorar la educación y las competencias empresariales a través de las siguientes acciones:
- La introducción de una estructura de recompensas (créditos, notas) para los estudiantes que también sean emprendedores.
- El refuerzo de la educación y la formación empresarial en todos los niveles del sistema educativo.
3. Facilitar el intercambio de tecnología y la innovación a través de las siguientes acciones:
- El aumento de la oferta de cursos sobre competencias informáticas para todos, en colaboración con las universidades de todas las regiones.
- La inversión en innovación a través de incentivos, incluyendo las desgravaciones fiscales y las subvenciones.
4. La mejora del acceso a la financiación a través de las siguientes acciones:
- La introducción de préstamos bancarios a bajo interés, dirigidos a jóvenes emprendedores con alto potencial y el desarrollo de productos/préstamos financieros gubernamentales dedicados a jóvenes y mujeres emprendedores.
- Las alternativas de financiación con cantidades de menor tamaño para que los jóvenes emprendedores con negocios más pequeños puedan acceder a opciones de financiación más asequibles a través de unos principios de financiación innovadora e inversiones de impacto.
5. Promover la sensibilización y la creación de redes de contacto a través de las siguientes acciones:
- El desarrollo de programas de mentoría para poner en contacto a los aspirantes a emprendedores con expertos en sus respectivos campos.
- La creación de una plataforma nacional en línea en la que los jóvenes emprendedores puedan encontrar datos empresariales relevantes sobre las empresas emergentes existentes y las incubadoras, aceleradoras y centros de innovación activos; y que sirva como guía práctica sobre cómo navegar entre las políticas de apoyo empresarial o de emprendimiento y como un espacio para que los emprendedores compartan sus retos y busquen apoyo.
