Discursos

Cumbre de los Pioneros, Exposición y Foro de Mujeres Empresarias 2015

1 septiembre 2015
ITC Noticias
Discurso de apertura de la Directora Ejecutiva del ITC Arancha González el día 1 de septiembre en São Paulo, Brasil.

Ministra Eleonora Menicucci,
Sr. Barioni Neto,
Señoras y señores:

Buenos días y bienvenidos a la Cumbre de los Pioneros que este año se centra en el aprovisionamiento de empresas en propiedad de mujeres.

Quisiera agradecer a la Ministra Menicucci su esfuerzo por asegurar que las mujeres ocupen el lugar que merecen en la sociedad y en la economía.

También dar las gracias a David Barioni Neto y a su equipo de Apex-Brasil por copatrocinar este evento, así como la Exposición y Foro de Mujeres Empresarias que comenzará mañana aquí en São Paulo.

Asimismo, quisiera expresar mi agradecimiento al resto de nuestros asociados: el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, WEConnect International, la Federación Internacional de Mujeres Empresarias y Profesionales, la Alianza Internacional de Mujeres en Café, Vital Voices Global Partnership, Quantum Leaps, el Pacto Global Rede Brasileria y a ONU Mulheres.

Dentro de tres semanas la comunidad internacional adoptará los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda para el Desarrollo Después de 2015, en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

La reducción de la desigualdad de género será una parte vital de este nuevo programa. Hoy, estamos aquí reunidos para emprender el viaje que nos lleve a convertir los compromisos y las intenciones en un impacto medible, unos resultados dirigidos y una puesta en marcha de las políticas y los programas que faciliten el acceso de las mujeres a la economía mundial, así como el control de una porción de la misma. Ahora es el momento.

Siguiendo la idea de la Ministra, trataremos de encontrar las mejores prácticas que los sectores público y privado han empleado para ayudar a las empresas en propiedad de mujeres a acceder al mercado. Durante los últimos meses, el Llamamiento a la Acción ha recibido respuesta por parte de muchos de ustedes, así como de otras organizaciones clave procedentes de Brasil, Australia, Kenya, Turquía, los Estados Unidos, Sudáfrica o Finlandia, entre otros. El resultado es un conjunto de objetivos sólido que es ambicioso pero factible. El Llamamiento a la Acción de la Cumbre de los Pioneros se centra en ocho pilares: Recopilación, análisis y difusión de datos; política comercial; contratación pública; contratación privada; certificación; limitaciones relativas a la oferta; servicios financieros, y derechos de propiedad.

Esta tarde lanzaremos este Llamamiento a la Acción de cinco años destinado a aumentar la economía mundial cambiando las barreras sistemáticas al acceso y conectando a un millón de empresas de mujeres con los mercados de aquí a 2020.

Tendremos la oportunidad de oír los compromisos de las organizaciones a las que representan. Unos compromisos que establecerán unos objetivos para promover y ampliar el aprovisionamiento de empresas en manos de mujeres. Anticipamos que los compromisos irán desde hacer frente a las barreras relativas a la oferta hasta la recopilación y el análisis de datos. También esperamos oír compromisos que se centren en abordar la baja participación de las mujeres en los mercados de contratación pública, así como compromisos que utilicen el poder de la tecnología para ayudar a convertir el Llamamiento a la Acción en una realidad en los próximos cinco años.

Pero antes de seguir, merece la pena dar un paso atrás y recordar la razón por la que todos, mujeres, hombres y niños, nos beneficiamos de unas mayores oportunidades económicas para las mujeres.
Ningún país puede aprovechar todo su potencial si deja a la mitad de su población al margen de participar plenamente en la economía.

La Organización Internacional del Trabajo calcula que 865 millones de mujeres en el mundo podrían contribuir más a las economías de sus países si se les permitiera o si se les formara para ello. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, reconoce que la brecha de género que existe en la participación en la fuerza laboral y en la creación de empresas reduce los ingresos per cápita en un 15%.

Si conseguimos salvar esa brecha, integrando a las mujeres en las economías, sería como si añadiésemos a otro país como China o la India a la economía mundial. La oportunidad que se nos presenta es extraordinaria. Una oportunidad sin explotar. Una oportunidad histórica.
Aprovechar todo el potencial que nos pueden ofrecer estas mil millones de mujeres (denominadas "third billion" en inglés), debería ser un objetivo central para los formuladores de políticas. De hecho, si tenemos en cuenta los actuales temores causados por el débil crecimiento y el estancamiento secular, no nos podemos permitir no hacerlo. Es la labor que debemos llevar a cabo en este siglo XXI. Y queremos que los próximos cinco años sean los que activen la palanca del cambio.

Un mayor empoderamiento económico de las mujeres genera repercusiones positivas duraderas que benefician a futuras generaciones. Las mujeres invierten una mayor parte de sus ingresos en la educación y salud de sus familias que los hombres. No es difícil encontrar a hombres alfabetizados con hijos analfabetos. En el caso de las mujeres esto no ocurre. Según los estudios, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, cuando es la mujer la que controla la mayor proporción de los ingresos familiares, cambian los patrones del gasto en beneficio de los niños. Y estos niños más sanos y mejor formados son nuestro futuro.

El comercio, y específicamente las oportunidades de mercado que representa, constituye un importante vehículo para el empoderamiento económico de las mujeres. Sin embargo, esto solo podrá ocurrir si las mujeres logran conectarse a los mercados como empresarias, empleadas, productoras y consumidoras.

Las pymes que exportan tienden a ganar más, pagar más, dar trabajo a más personas y ser más productivas que las empresas que solo operan a nivel nacional. Y esto evidentemente también es el caso de las pymes en propiedad de mujeres. De hecho, quizá lo sea aún más: pruebas de los Estados Unidos sugieren que la prima de exportación, es decir, el ingreso extra que reciben las empresas exportadoras en comparación con las no exportadoras, es más alto en el caso de las empresas en propiedad de mujeres. La propiedad de las mujeres importa: las pymes en propiedad de hombres tienden a contar con pocas mujeres en puestos de responsabilidad. En el caso de las pymes de mujeres pasa exactamente lo contrario.

A pesar de las importantes recompensas, las empresas en propiedad de mujeres se enfrentan a importantes obstáculos, desde un acceso a las tierras, a capital o a las fuentes de información más lento y menos controlado, hasta leyes anticuadas que restringen las oportunidades económicas de las mujeres. Existe más de una docena de países donde los maridos pueden oponerse al hecho de que sus mujeres trabajen e impedir que lo hagan. Las expectativas culturales en lo que se refiere a los trabajos de cuidado, la crianza de los niños y las tareas domésticas, junto con las políticas sociales en materia de cuidado de los niños y baja por maternidad, recaen de forma desproporcionada sobre las empresarias y empleadas.

Hay muchas cosas que podemos y debemos hacer para ayudar a las empresarias a prosperar. En el ITC, parte de nuestro trabajo en este ámbito se centra en integrar a las empresarias en las cadenas de suministro corporativas, a través de la facilitación de políticas públicas y privadas favorecedoras, la capacitación y, a veces, simplemente ayudando a crear una conexión entre las mujeres y los compradores como haremos durante los próximos dos días en la Exposición y Foro de Mujeres Proveedoras. Otro aspecto importante de nuestro trabajo es ayudar a las empresas en propiedad de mujeres a aumentar su participación en el multimillonario mercado de la contratación pública, que actualmente está en un 1 o 2%. Esto es otra labor que debemos llevar a cabo en este siglo XXI.

No nos limitemos a celebrar lo que hemos conseguido; imaginémonos el mundo que podríamos construir si trabajásemos juntos. No visualicemos el 2% de la contratación pública ni soñemos con un 4%; imaginémonos un 20%, un 30% o incluso un 50%. Innovemos y encontremos la manera que trabajar juntos para conseguir esta igualdad. Cambiemos las reglas que no funcionan y demos un giro a este paradigma.

Comencemos esta mañana en el siglo XXI. Creemos el siglo en el que la participación de las mujeres es igual que la de los hombres y en el que las innovaciones de las mujeres son bienvenidas.

Esta mañana, nuestro panelista principal y especialista en mejores prácticas, nos traerá un gran rango de perspectivas a tener en cuenta sobre cómo crear un camino fluido, rápido y eficiente hacia los mercados para las empresas en manos de mujeres, que las transporte del siglo XIX directamente al siglo XXI. Más tarde, tendremos el privilegio de moderar lo que sin duda será un intercambio que dará en qué pensar. Un intercambio que definirá las bases para el debate sobre cómo poner en marcha el Llamamiento a la Acción y que continuará promoviendo los compromisos por parte de todos los que estamos aquí para alcanzar nuestro objetivo común: aumentar la participación de las mujeres en la economía mundial.

Quisiera dar paso a David Barioni Neto.