Discursos

Alocución pronunciada por el Director de la División de Desarrollo de Mercados del ITC sobre los efectos del cambio climático en el comercio

5 octubre 2015
ITC Noticias
Alocución del Director de la División de Desarrollo de Mercados, Sr. Anders Aeroe, pronunciada el 5 de octubre de 2015 en el Palacio de las Naciones, en Ginebra (Suiza), durante una sesión titulada "La COP21 y medidas ulteriores: los objetivos de desarrollo sostenible, la contribución prevista determinada a nivel nacional, y la función del comercio internacional".

Vuestras Excelencias,

Señoras y Señores:

Introducción

Me produce una gran satisfacción que el ITC haya sido convocado para integrar este panel, en el que se deliberará sobre políticas relativas al desarrollo sostenible, el comercio y el cambio climático. Celebramos esta reunión en un momento especialmente oportuno: poco después del acuerdo alcanzado en septiembre sobre los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), y poco antes de la 21ª Conferencia de las Partes (COP21), que tendrá lugar a finales de este año. El señor Valles ha destacado la importancia del comercio en los ODS, calificándolo como "un medio de aplicación transversal" para el desarrollo sostenible.

El resultado de la COP21 reviste una importancia fundamental. Tal como lo expresara Christina Figueres, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en una alocución destinada a directivos de la comunidad internacional en Ginebra, el resultado de la COP21 "determinará nuestra calidad de vida durante los próximos 50 o 100 años".

Las organizaciones internacionales, misiones y ONG debemos contribuir a la lucha contra el cambio climático impulsando políticas e iniciativas que faciliten el comercio de productos y servicios ecológicos. Las políticas comerciales son esenciales para este fin y deben guardar consonancia con las políticas domésticas de los sectores industriales, energéticos, de transporte, y de contratación pública, por solo mencionar algunos. Así pues, la congruencia entre las políticas es fundamental, tanto a nivel nacional como internacional.

Un régimen comercial con barreras arancelarias y no arancelarias bajas favorece un intercambio más libre y más rápido de tecnologías con bajas emisiones de carbono. Además, permite que los países afectados por la inseguridad alimentaria —que continúa agravándose por causa del cambio climático— importen alimentos a costos más bajos y con mayor previsibilidad. Esto es particularmente importante porque las personas más vulnerables al cambio climático son las más pobres, pese a ser quienes generan menos emisiones de carbono.

En la misma línea de la alocución inaugural pronunciada por el señor Valles, hablaré sobre la asistencia que el ITC brinda a los sectores exportadores de los países en desarrollo para que fortalezcan su capacidad de resistencia y recuperación frente al cambio climático, y exploten nuevas oportunidades en los mercados ecológicos.

El cambio climático y el comercio

En primer lugar, cabe reiterar que el cambio climático afecta al comercio y genera consecuencias negativas para el desarrollo. Los fenómenos climáticos adversos producen daños en infraestructura vital para el comercio, como las carreteras y las redes de electricidad. El aumento de las temperaturas y la escasez de agua reducen la productividad del sector agrícola, afectando la competitividad de sus exportaciones. Los países menos desarrollados aún dependen fuertemente de la agricultura como la principal fuente de empleo y medios de vida; por lo tanto, lo que afecta al sector agrícola afecta también a los pobres.

Como se señala en el informe sobre políticas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), las políticas sobre el cambio climático también inciden en el comercio.

Por ejemplo, son cada vez más los vendedores minoristas que exigen a los exportadores que observen normas privadas destinadas a reducir las emisiones de carbono. Además, las nuevas demandas de los consumidores sobre la sostenibilidad generan nuevos nichos de mercado para los exportadores, especialmente en los sectores de la agricultura y los recursos naturales.

El ITC trabaja en ambas áreas: ayuda a los exportadores a reducir los riesgos para el medioambiente, pero también a explotar nuevas oportunidades en los mercados ecológicos. A continuación, expondré nuestra estrategia de asociaciones para brindar ayuda en materia de comercio de una manera eficaz y reivindicativa de la posición central de la lucha contra el cambio climático.

El ITC

Una de las principales tareas del ITC es aumentar la competitividad de las PYME de los países en desarrollo y las economías en transición para que se integren mejor en las cadenas de valor del mercado internacional; el fin es que aumenten sus ingresos y generen riqueza para favorecer la autonomía económica de la mujer y la protección del medioambiente. Pretendemos alcanzar nuestros objetivos mediante programas de fortalecimiento de la capacidad destinados a los productores y sus organizaciones, y facilitando el diálogo con los legisladores.

Las políticas del ITC sobre el cambio climático

El ITC ha asignado un lugar central a la protección del medioambiente; hemos encomendado a nuestros expertos técnicos internos que revisen los proyectos del ITC para detectar posibles riesgos medioambientales y adoptar iniciativas de mitigación. Por ejemplo, en un proyecto destinado a incrementar las exportaciones de cuero del África, hemos añadido como objetivo la disminución de los riesgos de contaminación por parte de las talabarterías.

Un aspecto central de la labor del ITC es colaborar directamente con los exportadores y las instituciones de apoyo al comercio. A menudo no hay suficiente información sobre la manera en que las PYME y sus organizaciones perciben el cambio climático y cómo este incide en sus actividades. Esta información es esencial para elaborar programas de Ayuda para el Comercio que combatan el cambio climático con eficacia.

Por ese motivo, el ITC realizó una encuesta para conocer las percepciones sobre el cambio climático de los exportadores agrícolas en Uganda y el Perú. La encuesta, que se puede consultar en el sitio web del ITC, reveló que el cambio climático agudiza los problemas corrientes del sector agrícola y ya ha dañado considerablemente la competitividad. La mayoría de los encuestados de ambos países manifestó que el cambio climático es una de las principales amenazas contra sus actividades, junto con problemas tradicionales como la volatilidad de los precios, los costos operacionales y los requisitos de calidad que deben cumplir los productos.

En respuesta, el ITC ha desarrollado estrategias novedosas para ayudar a los exportadores a reducir los riesgos medioambientales. A través del Programa de Comercio y Medioambiente, financiado gracias a la generosidad de Dinamarca, Noruega y Alemania, hemos elaborado ingeniosos proyectos comerciales para el sector agrícola que respetan el medioambiente. Les daré un ejemplo relacionado con la explotación del té en Kenia.

El té es un cultivo de suma importancia para la sostenibilidad de los medios de vida rurales. Hay aproximadamente 500.000 minifundistas que viven de la producción del té en Kenia, donde se exporta casi la totalidad de la cosecha.

Como respuesta a la creciente demanda de vendedores minoristas e instituciones
normalizadoras privadas, el ITC colaboró con 16 fábricas de té para que mejoraran la eficiencia de sus fuentes de energía y redujeran el consumo de leña. Esta labor posibilitó que las fábricas cumplieran con las normas ecológicas y de calidad de los productos, satisfaciendo las necesidades de los consumidores. Este proyecto facilitó el acceso a los mercados, pero también fortaleció la competitividad de las fábricas, que redujeron sustancialmente los costos de la energía. Además, los minifundistas también obtuvieron claros beneficios: el aumento de la rentabilidad generado por los ahorros de energía benefició también a los 60.000 minifundistas que son copropietarios de las fábricas.

El ITC lleva adelante proyectos similares en la explotación del café y la florería, y pretende ampliar el ámbito de acción incorporando más países y más cadenas de valor en el sector agrícola. Nos interesaría mucho conversar con delegados que quieran elaborar propuestas conjuntas sobre comercio y agricultura que favorezcan el medioambiente de manera ingeniosa.

Oportunidades en los mercados ecológicos

Como quedó dicho en esta alocución, y como se señala en el informe sobre políticas de la UNCTAD, la demanda de prácticas productivas sostenibles genera oportunidades para el comercio. El ITC trabaja directamente con exportadores, cooperativas agrícolas e instituciones de apoyo al comercio para identificar oportunidades comerciales en el sector agrícola y los mercados ecológicos. Algunos de los países con los que colaboramos son el Perú, Viet Nam y Madagascar.

Hemos colaborado con asociaciones de mujeres en la selva de Makira, en Madagascar, para fortalecer la capacidad de resistencia al cambio climático de la producción de la raphia, y conectar a los productores con consumidores de moda en el mercado internacional. Además, estamos colaborando con proveedores de cacao peruanos para promover la sostenibilidad de sus prácticas comerciales y facilitarles el acceso al mercado europeo de chocolates aromáticos y de alta gama.

Para dotar de mayor transparencia al comercio, el ITC ha desarrollado un mapa de normas como parte de su iniciativa de comercio y desarrollo sostenible. Se trata de una base de datos sobre normas privadas voluntarias que permite comparar principios y criterios, y que sirve como punto de referencia para que los exportadores cotejen el estado de sus actividades con la normativa vigente. En este mismo sentido, hemos lanzado la iniciativa de “los números azules” en conjunto con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Global Standards 1 (GS1). La idea es mantener un registro mundial de agricultores que aplican prácticas sostenibles con el objetivo de que los productores y las empresas del sector adquieran mayor visibilidad y presencia en internet. Los números azules conectan a los productores con los compradores del mercado mundial que valoran las prácticas sostenibles.

Palabras finales

Señoras y señores, el cambio climático es uno de los principales desafíos del siglo en materia de desarrollo: daña la capacidad de la agricultura para generar medios de vida y deja en situación de vulnerabilidad a los pequeños productores, muchos de los cuales son mujeres.

El comercio promueve la autonomía de las personas y puede usarse para combatir el cambio climático. El ITC colabora con diversas organizaciones para que sus programas comerciales arrojen resultados positivos y produzcan medios de vida más sostenibles.

Para finalizar, quisiera agradecerles por asistir; espero que esta reunión sea una oportunidad para construir nuevas alianzas y redes de contacto que nos permitan trabajar juntos en favor de la COP21, encontrar soluciones comunes y contribuir a mitigar los efectos del cambio climático, particularmente para los más vulnerables.

Muchas gracias.