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Story: El ITC sigue empoderando a las mujeres en África Occidental durante la pandemia de la COVID-19

2 junio 2020
ITC Noticias
El proyecto SheTrades West Africa financiado por la KOICA sigue brindando apoyo a las mipymes y a los agricultores de las cadenas de valor de la agricultura

La nueva enfermedad por coronavirus, la COVID-19, está teniendo un profundo impacto en la actividad económica en todo el mundo y, cada vez más, en algunas de las economías más vulnerables. Mientras la pandemia sigue generando perturbaciones mundiales, los estudios emergentes indican que la vida económica y productiva de las mujeres se verá desproporcionadamente afectada. La intensificación de los efectos económicos de esta crisis afecta especialmente a las mujeres porque generalmente ganan menos dinero y desempeñan trabajos precarios y no remunerados, lo que hace que sean menos resilientes a estos impactos.

En los países de África Occidental, la caída en picado de la demanda está provocando una recesión en importantes sectores económicos, incluidas las cadenas de suministro de la alimentación. Ante estos retos, el proyecto SheTrades West Africa del Centro de Comercio Internacional (ITC) ha empezado a aplicar enfoques alternativos en su esfuerzo por mejorar los medios de subsistencia de 10 000 mujeres.

Financiado por el Gobierno de Corea del Sur, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Agencia de Cooperación Internacional de la República de Corea (KOICA), el proyecto SheTrades West Africa está ofreciendo ayuda a microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipymes) y a mujeres agricultoras de los sectores del anacardo, la tapioca y el karité de Côte d’Ivoire, Guinea, Liberia y Sierra Leona.

Los agricultores productores de anacardos de Côte d’Ivoire ya están sintiendo el azote de la pandemia ante la caída sin precedentes del consumo de dicho producto, que afecta directamente a sus medios de subsistencia.

Tuo Kolotcholoman, productor de anacardos, afirma: "Todos los años cosechamos y vendemos anacardos desde febrero hasta finales de abril. Este año no podemos vender nuestro producto después de la cosecha debido a la pandemia de la COVID-19 y tenemos que quedárnoslo nosotros porque no hay demanda. Hace un mes que se paralizaron las compras. El anacardo y el algodón son las fuentes de ingresos más importantes de nuestra región, y esta situación está poniendo en peligro nuestros medios de subsistencia".

Para ayudar a agricultores como Kolotcholoman, SheTrades West Africa está trabajando con proveedores de servicios regionales como Balmed de Sierra Leona, entre otros, para proporcionar a los agricultores insumos para la diversificación de los cultivos y los ingresos, y también para propiciar el establecimiento de vínculos entre múltiples mercados con el fin de minimizar el impacto de la COVID-19 y proteger sus medios de subsistencia.

Seydi Nabe, de Ictus & Co, una empresa de Guinea que fabrica productos de manteca de karité, afirmó: "La crisis de la COVID-19 nos está afectando positiva y negativamente. La buena noticia es que nuestro producto protege de la sequedad de las manos producida por los lavados frecuentes y la aplicación de geles desinfectantes. Por otra parte, estamos sufriendo una ralentización de nuestra actividad comercial a causa del confinamiento, que ha provocado una paralización temporal del transporte de nuestros productos a clientes de Europa y América, generando un descenso de las ventas internacionales".

Como los talleres de desarrollo de capacidades se han aparcado por el momento, SheTrades West Africa está ayudando a las mipymes ofreciendo a los beneficiarios apoyo técnico individualizado, acceso a información de mercado y aprendizaje utilizando diversas soluciones digitales. Un aspecto clave de esta ayuda consiste en garantizar el acceso a información sobre nuevos mercados potenciales y en ayudar a las empresas a reaccionar con rapidez en respuesta a la evolución cambiante de la pandemia. Por otra parte, el proyecto sigue prestando su apoyo a los gobiernos, ayudándoles a implantar políticas comerciales que tengan en cuenta las cuestiones de género para las mujeres empresarias de medio a largo plazo y una vez superada la pandemia.