Oportunidades y riesgos de la agricultura contractual
Los sistemas de producción y distribución de agroalimentos están cambiando rápidamente. Uno de los motores de ese cambio es el crecimiento demográfico. Se prevé que la población mundial ascenderá a 9.000 millones en 2050 y las fértiles tierras de cultivo son un bien cada día más preciado.
En muchos países los minifundios se fragmentan rápidamente. En la India, el tamaño medio de los minifundios es una hectárea cuando en 1970 era de 2,2.
Uno de los retos para gobiernos y organismos técnicos como el ITC reside en identificar actividades que generen ingresos para mejorar los medios de subsistencia de minifundistas que tienen parcelas aún más pequeñas y prestarles servicios de acceso al crédito, conocimientos tecnológicos e información de mercado.
Una modalidad de forjar vínculos es la agricultura contractual, pero plantea serios interrogantes a agricultores y formuladores de políticas frente a la escasez de tierra y las recurrentes crisis alimentarias. De más en más se invitará a los agricultores a firmar esa clase de contratos que conllevan beneficios y desventajas.
Acuerdo a plazo fijo
La agricultura contractual (o ‘contrato de producción’) se define como un acuerdo a plazo fijo entre el agricultor y el contratista que se concluye antes de que comience la producción y, por el cual, el agricultor acepta vender o entregar al contratista la cosecha del cultivo designado y el contratista acepta pagarle un precio determinado según un método concreto y en la fecha prevista. La agricultura contractual no es exclusivamente un modelo de desarrollo, pero habría que informar y asesorar a los agricultores, pues se está generalizando y es habitual en la producción de tomates y pepinos, así como en la avicultura.
Ventajas y riesgos
La agricultura contractual ofrece a los agricultores insumos, control de calidad y asesoría sobre nuevos métodos de producción. Los precios se fijan por adelantado y el contrato puede prever facilidades de crédito. La principal ventaja reside en que puede hacer que la agricultura sea remunerativa.
No obstante, los agricultores invierten a largo plazo a partir de contratos a corto plazo. La terminación temprana del contrato por parte del contratista generará pérdidas para el agricultor y si el pago está previsto para después de la cosecha, el agricultor depende totalmente de la formalidad del contratista. Si la cosecha se pierde, el riesgo recae sobre el agricultor que, por lo general, no recibe indemnización alguna.
Para inversores y contratistas, la agricultura contractual supera las restricciones de la tierra y es más aceptable desde el punto de vista político. El inversor controla la calidad y comparte los riesgos de la cosecha con el agricultor, pero la inversión en capacitación, el descontento, las disputas y la comercialización extracontractual de los agricultores, así como la desviación de los insumos que reciben son riesgos con los que corre el contratista.
Mitigación de los riesgos jurídicos de la agricultura contractual
Frente al creciente uso de contratos de producción entre empresas privadas y agricultores, los gobiernos deberían reglamentar la agricultura contractual para proteger a los pequeños agricultores estipulando diversos requisitos obligatorios como la duración mínima del contrato de tres a cinco años, la definición de la situación del agricultor en el empleo (independiente o contratado), y las condiciones de pago y terminación del contrato.
Otro aspecto que suele omitirse es la falta de mecanismos accesibles de solución de conflictos, no solo relacionados con la terminación de los contratos sino también con asuntos recurrentes como el pago, las escalas y medidas, la calidad y la cantidad. Los centros de arbitraje y mediación comercial de la mayoría de los países rara vez ofrecen servicios rápidos y baratos para pequeños agricultores.
Por último, los agricultores necesitan asesoría jurídica sobre varias disposiciones contractuales, nuevo ámbito profesional para la mayoría de los abogados de economías en desarrollo. Al respecto, el ITC ayuda proponiendo contratos modelo y servicios especializados de asesoría y formación. Para llegar a los campos de cultivo, lo mejor es asesorar a organizaciones de pequeños agricultores en agrocentros o centros de transferencia de conocimientos.
Para más información diríjase a Jean-François Bourque: bourque [at] intracen.org